38

950 51 0
                                    

La claridad del cielo se sentía, los tonos naranjas de su carpa comenzaban a ser más vibrantes, más iluminados. Observó a la castaña, que dormía sobre su pecho y con una maniobra logró liberarse. Se vistió silenciosamente y salió de la carpa, respirando el aire puro del bosque. Decidió que daría una caminata mañanera luego de marcar en el GPS la posición del campamento, por si se olvidaba el camino de regreso. Siempre le había gustado salir a caminar, era agradable para despejar la mente o por el contrario, resolver una duda. Suspiró, no podía hacerlo en la ciudad, alguien lo reconocería y lo interrumpiría, no le molestaba hablar con seguidores o tomarse fotos, pero había días que simplemente necesitaba algo de paz. Comenzó a alejarse a paso lento y pensó en las palabras de su novia. No se veía en algo que no fuera el rap, o el trap, le gustaba realmente, pero la mitad de las canciones que hacía las descartaba porque creía que a nadie le iban a gustar. Eso debería dejar de hacerlo. Cada paso que daba por el bosque más se convencía de que no dejaría lo que tanto le gustaba hacer desde hacía años por un montón de gente.

-¿En qué momento me convertí en esto?.-susurró para si mismo. Cuando era más jóven se recuerda con un carácter diferente, no le importaba nada de lo que decían, solo seguía su corazón. No sabía en que momento había cambiado tanto, cuando exactamente comenzó a envenenarse. Pero no lo quería más. Se había terminado el ser un inseguro, un amargado, comenzaría por dejar de comportarse como un idiota frente a las cámaras. Estaba decidido, recuperaría su felicidad, dejaría de ser un maldito tóxico, estaba dispuesto a cualquier cosa para hacer feliz a su castaña.

Se sentó en una roca que encontró en su camino.

-El aire del bosque cambia a las personas.-comentó en alto, aún sabiendo que nadie respondería. Disfrutó la soledad consigo mismo, recordando como semanas atrás hubiera llorado en la misma situación. Hace unas semanas se hubiera sentido mal, abandonado, y se habría comenzado a decir a si mismo que estaba en esa situación porque a nadie le importaba. Pero esa mañana sorprendentemente, al recordar el campamento, a sus amigos, lo que habían vivido anoche, rió felizmente. ¿Qué más daba si estaba solo ahora? Tenía a donde volver, y era un lugar cálido que olía a familia, su lugar favorito entre los brazos de Camila. Aquella mañana, Ignacio aprendió por si solo como bloquear los pensamientos negativos. Era un gran paso para él, porque había ganado la lucha contra si mismo, ya no podía atacarse, le bastaba con pensar en cosas bonitas, recuerdos agradables que lo malo se esfumaba rápidamente. Si tenía esperanza, podía contra todo.

La esperanza es lo último que se pierde, él llegó a pensar que la había dejado en su camino de hacía rato, pero no era así, estaba esperando, al acecho, para salir en el momento indicado. Si tenía esperanza podía contra todo, mientras pensara que había una mínima posibilidad de que las cosas cambiaran para mejor, de que sería feliz en algún momento, de que superaría sus inseguridades, si él creía en si mismo y en que buenos tiempos volverían, era suficiente. Porque él tenía fe en algo, en el futuro, y se negaba a la idea que lo había atormentado durante mucho tiempo de que las cosas seguirían igual de mal y debería acabar con su vida. Su existencia era hermosa, al igual que la de cualquier humano, era un milagro en el universo y debía aprovecharla al máximo, buscar un objetivo, lo que lo moviera. El ya lo había encontrado, la música. Habían sido muy malos tiempos, de presión en el pecho y ganas de morir, pero los malos tiempos y los buenos tiempos son solo eso, tiempos, y no duran para siempre, en algún momento las cosas cambian,mejoran, empeoran, lo importante era saber lidiar con ello y no derrumbarse a lo más mínimo, y aunque su vida fuera un asco o la peor de todas, tener esperanza de que en el futuro cambiaría. Aquella mañana clara, de bellos colores que teñían el cielo, se sintió tranquilo de no haber acabado con su vida en junio. Porque si no, se hubiera perdido de las cosas buenas que estaba seguro que el futuro le traería.

-Esperanza...-susurró para si mismo.- Si, debería tatuarmelo para no olvidarlo nunca.

Arrogant [Ecko]Where stories live. Discover now