Capítulo 9: Rosa 3

355 38 7
                                    

—¡BASTA! —grite al despertar de aquella horrida pesadilla, ¿Seguía en la casa de Roxana? —. ¡Celeste! —me pongo de pie yendo hasta su habitación, dándome cuenta que ella seguía dormida—. Ay, gracias al cielo, solo fue un sueño —o eso pensaba, cuando reviso los bolsillos de mi ropa de dormir, encontrándome con el broche y en medio de ella venia una carta.

Número de serie del muñeco: 0001

Tipo: Oportunidad de porcelana.

Descripción: Segundas oportunidades de vida en muñecos de Debolaca, especialmente diseñados para aquellas almas atormentadas que aman demasiado como para irse sin el ser amado. Aplica en vivos y en muertos.

Compuesto: 50% porcelana, 20% sentimientos, 20% emociones, 10% Pandora Blezumi.

Esto me va a volver loco.

—Buenos días —Roxana estaba cruzada de brazos al verme dentro de la habitación—. ¿Dormiste con la niña?

—No —guardo la tarjeta con recelo—. Solamente tuve una pesadilla en la cual soñé que ella moría.

—¿Otra vez? —alzaba sus cejas—. Tu ropa está limpia, puedes despertarla y bajar a desayunar cuando quieras.

—Gracias —esto de los muñecos es más difícil de lo que creí, un demonio que revive a los muertos a cambio de su alma, resulta que Celeste si es Pandora quien vendió su alma al demonio solo por estar conmigo otra vez—. Nada de esto tiene sentido, pudiendo estar descansando en el cielo decidiste volver al infierno de estar a mi lado—. Eres todo un caso Pan dorado —me acerco con cautela acariciando su rostro, sigue siendo el mismo—. Buenos días dormilona —beso tu mejilla, por lo cual pones tu mano sobre mi rostro, tratando de alejarme.

—No amo —tomas las sabanas escondiéndose en ellas—. Más tiempo.

—Despierta mi niña —te abrazo acariciando tus cabellos que sobre salían de la sabana—. Tenemos que volver a casa.

—¿Qué? —extrañada, sales de las sabanas alzando una ceja—. ¿Eta no casa amo?

—No, esta es la casa de Roxana —te tomo entre mis brazos evitando que tus pies toquen el suelo frio—. Bajaremos a desayunar y después nos iremos a casa, ¿Entendido mi niña?

—¡Sí amo!

Tu actuar de niña me parece sumamente encantador, aun sabiendo que dentro de aquella imagen tan delicada se encuentra el alma de la mujer que más amé durante mi vida, que desgraciadamente perdí por mis errores. Ahora me doy cuenta que tengo una nueva oportunidad contigo, pero no como tu pareja, no me siento digno de tener nuevamente tu amor conmigo. Me encanta cuando posas tus enormes ojos azules sobre mí, me hacen sentí en cierto modo tranquilo, porque sé que todo está bien y que gracias al cuervo (que no lo quería admitir) tengo la oportunidad de enmendar mis errores contigo.

—¿Qué están esperando? Vengan a comer que tengo que trabajar —Roxana al parecer es una mujer que cuida mucho de su imagen, es impecable hasta en su forma de hacer el desayuno, pareciera como si nadie hubiera utilizado esa cocina—. Creo que si se van ahora van a llegar a la hora del almuerzo con Helios —bebía su café—. ¿No te ha dicho nada?

—Siento que hasta se olvidó de mi existencia, ja, ja, ja. —fue una leve risa sarcástica, cuando volteo a ver hacia Celeste me percato que ella está en silencio mientras que veía a Roxana sin expresión alguna como si recordara lo que paso ayer.
Visto esto, mejor nos apresuramos a desayunar sin decir ninguna palabra acerca de lo acontecido, quedamos en un acuerdo silencioso en el que nadie hablaría acerca de Pandora. No porque me diera vergüenza, solamente no quería que volviera a pasar lo mismo que ayer sucedió, aquella cosa fue tan extraña. Lo que me atormenta y no me deja en paz es, ¿Por qué si ella tiene la oportunidad de ser feliz la dejaron a mi lado? Yo le decía a Helios que no era necesario hacer esta clase de cosas, sé que algún día tendría que pagar mi castigo por lo que le hice a Pandora, jamás pensé que fuera de esta manera, honestamente no lo siento como un castigo, siento que es una recompensa el dejarme nuevamente con ella.
Cuando terminamos de desayunar subo hasta el baño para darle una ducha, tras su nuca me percato que en su oreja tiene un número de serie bien escondido (0001) el mismo que viene en la tarjeta, me pregunto cuántos muñecos de este tipo pensara hacer. Admiro la forma en la cual te encuentras jugando con la espuma de la bañera, ¿Cómo te pondrás cuando veas la espuma de mar? Me pregunto, ¿Por qué hasta ahora tengo esta forma de pensar? Me hubiera gustado con anterioridad poder controlar mi enfermedad, no cometer tantos errores que en vida te hicieron sufrir.

Oportunidad de PorcelanaWhere stories live. Discover now