Capítulo 11: A Los Ojos Del Sol

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<<Punto de vista de Helios>>

Hoy es el día, tienen que estar cercas, no puedo darme el lujo de estropear esto, así que me pongo de pie de la cama de inmediato entrando a darme una ducha y al salir tomo el desayuno en compañía de mi hijo de tan solo 17 años... ¿Cuánto tiempo tiene que esta sin su madre?

—Wiltshire —acariciaba su cabellera, mientras que me daba la espalda sosteniendo su plato—. ¿Quieres que al terminar de trabajar juguemos? —desde la muerte de su madre se niega a hablar o decir algo, se volvió demasiado frio, seco, como si solo estuviera vivo por no morir. Los psicólogos con los cuales lo he llevado no han tenido éxito, aun así, no me rendiré por darle lo mejor a mi hijo, ya que es lo único que me queda de mi amada Ivonne—. Nos vemos más tarde, hijo —besaba su frente saliendo del comedor con dirección al baño, para lavar mis dientes y acto seguido salir hacia el trabajo.

—Jefe —Antonié, uno de mis más leales hombres, se acerca a mi leyendo la agenda—. Tal cual me lo ordeno, suspender las actividades del diario para poder realizar la emboscada tal cual lo ordeno.

—Bien, asegúrate de en cuanto entren sean sorprendidos. —me senté en una enorme sala de vigilancia, observando a Óscar y Celeste a través del monitor, noto su felicidad, nada puede salir mejor, los autos comienzan a rodearlos.

—¿Doy la orden? Señor.

—Aun no, solo espera la señal.

—¿La señal? ¿Cuál es esa?

—Enciende tu comunicador.

—¡Celeste! —un grito de desesperación comenzó a escucharse por todos los comunicadores—. ¡No! Rosa 3, tenemos un rosa 3.

—Allí tienes la señal.

—Entendido señor.

Cuando Celeste es llevada por los pederastas que deje entrar en mis dominios de inmediato son interceptados por no se podrían decir que por uno de mis hombres más leales, pero es el único que podría con este trabajo, El Lobo Azul, siendo uno de los mejores mercenarios no podría fallar en esta misión de salvar esa muñeca, buena recomendación de mi primo, el cual lo alcanzara dentro de poco para aparentar una negociación entre ellos dos bandos, Jack no tardara en aparecer para intentar llevarse a mi hijo aprovechando que están dentro.

—Trae a Wiltshire.

—Sí señor.

<<Punto de vista de Wiltshire>>

Nuevamente padre intento acercarse a mí, no entiendo cómo es que ahora él quiere reparar el daño que me hizo cuando era pequeño, como me hubiera gustado tener esas atenciones antes, ahora es demasiado tarde como para tratar de reparar esos errores. La única razón por la que sigo con vida, es porqué tengo que matar a ese bastardo que asesino a mi madre. Tengo que entrenar lo más posible para poder dar una batalla... No cómo la última vez, que solo estuve viendo a mi madre morir. Coloco mis guantes de cuero, mientras que a mi cintura ato unas cuantas dagas comenzando a practicar el combate cuerpo a cuerpo con un maniquí, sin prestar tanta atención a mi alrededor, aunque fue un grave error, ya que al estar tan sumergido en la ira de mis acciones haciendo daño a aquel muñeco no me di cuenta cuando entraron a invadir mi espacio privado que es el sótano.

—Padre —hago un puño golpeando el rostro del maniquí—. Te dije que no puedes entrar aquí, déjame en paz, ¿Sí?

—Vaya, vaya, pero que tan mal esta la relación con tu padre —una figura nauseabunda se presenta ante mí, aquel perfume con olor a fresas... ¡Qué asco! —. Es tiempo que terminemos lo que dejamos a medias, ¿Lo recuerdas? —quitaba su gabardina mostrando su grotesco cuerpo masculino, vestido en lencería femenina, siendo un fetiche para muchos a mí me causaba un enorme asco, más al recordar lo que este pueril intento de hombre que tengo frente a mí me hizo cuando estaba más pequeño—. El amo estará complacido al saber que estas en camino.

Oportunidad de PorcelanaWhere stories live. Discover now