Capítulo 5.D - Caín

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[ 10 días después de la luna ]

Imagina que la noche anterior te fuiste de fiesta a un lugar lejos de la ciudad, en una casa de campo, con piscina, parlantes a volumen destroza-tímpanos, comiste hasta querer vomitar el último trozo de pizza con nachos y te levantas con una resaca de año nuevo.

Exactamente no es lo que le sucedió a Star, pero sí sentía una sed infernal.

- Jgg, ag... - jadeó, aún somnolienta. - Agua...

- ¡Princesa! - exclamó uno de los sirvientes del castillo, que se había quedado a custodiar a Star.

- Agua. - volvió a jadear, desde la cama, con una mano alzada en el aire.

- ¡Agua! ¡Agua! Ya mismo, princesa Star. - salió enseguida de la habitación, casi resbalando por el apuro.

- Ugghh.

Se sentó sobre la cama y abrió lentamente los ojos. Sentía los párpados pesados como si necesitara una semana más de sueño, pero lo cierto es que habían pasado casi 10 días desde que cayó inconsciente.

- ¡¿Diez?! - escupió un poco del agua que estaba bebiendo.

- Sí, princesa. - el sirviente se limpió el agua del rostro.

- ¿Cómo? ¿Qué diab...? - sus ojos quedaron en blanco por un momento - Tom

Por su mente se cruzaron los últimos momentos que recordaba. Salió de la habitación desplegando sus alas de mariposa.

- ¡Woah! - el sirviente se sorprendió al ver pequeños puntos prendidos fuego a lo largo de la habitación hasta la puerta.

Star empezaba a recobrar los sentidos, ya podía escuchar mejor y sentir el aire chocarle en la cara al volar por los pasillos del templo.

En su mente solo estaba encontrar a Tom. Los recuerdos la azotaron uno a uno: 


Aquél templo oscuro, la figura contra la que lucharon, el lugar cayéndose a pedazos, Star abriendo un portal. Pero algo había salido mal.


¡Tom! - abrió la primer puerta que se encontró. En aquella habitación solo había un puñado de sirvientes del templo en medio de una partida de cartas.

- ¡Su majestad! - exclamó uno.

- ¡Poker! - exclamó el segundo.

- Así no se juega, idiota. Debes gritar 'uno'. - reprochó un tercero.

Star bufó de mal humor y continuó volando.


Del portal por el cual habían escapado, habían llegado a un lugar que no era Mewni. Podían ver un bosque a lo largo del paisaje y ruidos extraños a lo lejos, pero Star no se dejó atraer por la confusión y abrió un segundo portal, esta vez enfocándose en el templo de monstruos.


- Tom ¿Estás aquí? - abrió una nueva puerta.

- Oh, Star, veo que desp... - se alegró Glossaryck, que estaba tomando un baño en aceite de berenjenas.

- Ahora-no-Glossaryck-adiós - dijo a la velocidad del rayo, dio un portazo y continuó a la siguiente puerta.

A medida que Star avanzaba por el templo de monstruos, el calor en su cuerpo aumentaba. Sentía que pronto necesitaría un barril de agua para saciar su sed.

Luego de la LunaUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum