🌒 Luego de la Luna [+16]
¿Qué habría ocurrido si Star y Marco aún recordaran la noche del baile luego de deshacer la maldición de la Luna Roja? Marco se ve sumergido en un océano de complicaciones hasta que descubre que la vida del príncipe Lucitor...
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Diario de viajes - Marco Ubaldo Díaz
Antártida, 9:26 PM - 19/08/2017
Decidí iniciar una agenda en donde registrar todos los acontecimientos de nuestra travesía junto a... de acuerdo, de acuerdo. Kelly, sé que estás leyendo lo que estoy escribiendo ¡Deja de reír! Es embarazoso. Al fin se fue. Ahora sí ¿Dónde estaba?
Decidí escribir un diario de viajes en el cual grabar nuestras aventuras. Ya saben, para poder leerlas a mis nietos una vez sea viejo y arrugado, y poder decirles "... y así fue como le pateé el trasero a aquél ladrón de donas escamoso de 7 patas y media". De todas formas, creo que pudimos volver a la Tierra, pero no estamos en casa; todo lo contrario, estamos en LA OTRA JODIDA PUNTA DEL MUNDO.
Claro, podría usar mis tijeras dimensionales, pero surgió un pequeño problema.
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El brillo azulado del portal que se había abierto en medio de la noche antártida confundió a muchos con una estrella fugaz, mientras que otros exclamaban que se trataba de un pequeño meteorito no registrado por los radares. Desde la base Marambio, instalaciones con el fin de realizar estudios científicos y operaciones militares, divisaron el portal sin problemas. Lo que tardaron en advertir fue que dos personas caían de él.
Y un dragón.
- ¿Torre de control? Repito, dos personas caen de gran altura. - comunicó el asistente desde el puesto de meteorología.
- Envíen a los exploradores. Si llegamos a tiempo, puede que les evitemos el dolor de espalda. - avisó el jefe de la Patrulla Austral- Claro, si es que sobreviven a la caída. - observó lúgubre, a través de la ventana desde su oficina.
En la base, se abrieron las compuertas del galpón número 3 y dos motos de nieve salieron disparadas en dirección al portal. No estaban muy lejos, pero aún así tenían que avanzar con cautela; se arriesgaban a maniobrar cerca de la costa helada.
- ¡Marco! - gritó a lo lejos.
- ¿Uh? - el ruido del viento no le permitía oír bien.