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Relámpagos

Ellie Hastings

_Mi cabello se despeinaba con la brisa que entraba por la ventana del auto. Miré a Arturo. Se le veía muy feliz, y yo estaba feliz por él.

Yo sabía que la posibilidad de que su hermano y sobrino murieran, le tenían sin dormir muy bien y lo comprendía. Yo también había durado mucho tiempo con ojeras debajo de mis ojos, diciéndole a papá lo mucho que lo amaba, para que cuando se marchase, no lo hiciera sin saberlo.

-¿Admirando la vista?- cuestionó aún con su sonrisa.

-Así es, señor Beckham- sonreí también- ¿Porqué no tienes chófer?- se me hacía extraño que una persona como él manejara.

-Ah, Will está de vacaciones, ya se las merecía y, bueno, me gusta manejar- tomó mi mano aún sin mirarme y besó mis nudillos.

Oí que alguien carraspeó y rodé los ojos, miré a Mónica por el espejo retrovisor quien mantenía los brazos cruzados por sus notables pechos y el ceño fruncido.

Solamente la había visto dos veces y no me fiaba de ella, me miraba raro y hacía comentarios fuera de lugar.

-¿Qué tal con Ryan?- cuestionó con una sonrisa y una ceja arqueada. Bajé la mirada y luego miré a Arturo, quien había cambiado su postura a una incómoda.

-¿Podríamos no hablar de eso?- preguntó con voz dura.

No sabía quién era la persona mencionada pero noté que a Arturo no le gustaba hablar de aquel tema.

Seguimos en silencio hasta llegar al hospital y, por petición de Arturo, dejé que abriera mi puerta.

Mónica seguía con su cara de pocos amigos y me molestaba el hecho de que toqueteaba mucho a Arturo quien, al parecer, no lo notaba.

Arturo no soltó mi mano en ningún momento y yo me sentía plena, al parecer le importaba un pepino que nos fotografiaran.

Tras anunciarnos nos dejaron subir y así lo hicimos, todo seguía igual en la habitación. Ambos estaban en sus respectivas camillas, con la única diferencia de que tenían los ojos abiertos.

-¡Tío Artur!- gritó el pequeño ojiverde alzando las manos para darle un abrazo a su tío.

Arturo no tardó y fue a abrazarlo, luego le desordenó el cabello, a lo que él pequeño se enojó.

Luego pasó a saludar a Aarón con un fuerte abrazo. El gemelo de Arturo me miró y se despegó de él con una gran sonrisa.

-¿Quién es la chica?- Ambos me miraban hasta que Arturo contestó.

-Ella es Ellie, mi novia- todo el cuarto estuvo en silencio. Yo me sentía súper incómoda, no me esperaba eso.

Ni siquiera habíamos hablado sobre lo que estábamos viviendo. Ni siquiera sabíamos lo que teníamos.

-¿Arturo?- cuestionó una voz desconocida a mis espaldas.

Me volví y noté a una chica rubia, un poco más alta que yo, con muy buen cuerpo, parecía que no salía del spa.

Mónica salió de la habitación con una sonrisa y fruncí el ceño.

Yo había visto a esa chica y, aunque no lo recordé en el instante, supe de quién se trataba.

-¿Ryan?- preguntó uno de los ojigrises a mis espaldas.

Ryan me escaneaba con la mirada, pero yo no quitaba mis ojos de los suyos. Ella me conocía, yo la conocía, solo que ninguna dijo nada.

La Huésped De BeckhamWhere stories live. Discover now