Tormenta
Ellie Hastings
_Arturo estaba dormido a mi lado. Debía aprovechar ese momento sin que se diera cuenta.
Tenía que buscar algo para defenderme rápidamente, pero no recurriría a su arma nuevamente.
Sigilosamente me levanté y me coloqué su camisa, comencé a buscar las llaves pero no las encontraba por ningún lado. Tampoco encontraba un medio tecnológico con el que pudiera llamar.
Busqué y busqué y nada encontré.
Arturo se estaba despertando y yo simulé que estaba saliendo del baño. Se veía demasiado lindo con el cabello despeinado.
De repente, escuché que estaban tocando la puerta principal, como una loca salí corriendo y bajé las escaleras, podía caerme, pero si había alguien que podía ayudarme allí afuera, yo no iba a desaprovechar esa oportunidad.
-¡Auxilio!- grité lo más fuerte que pude. Sabía que Arturo ya venía.
-¡Ellie!- era Emmett.
-¡Ayúdame, por favor!- grité. Quise seguir gritando pero Beckham tapó mi boca.
Sentí algo duro en mi espalda baja, me estaba apuntando con el arma. Si me disparaba en ese lugar, me iba a dejar inválida. Por esa razón no me seguí moviendo.
-No grites- quitó su mano de mi boca y sacó el juego de llaves de su bolsillo. Quitó el seguro de la puerta y la abrió.
Volvió a colocar su mano en mi boca e hizo que nos ocultáramos detrás de la puerta.
Por allí, con pasos sigilosos, entró Emmett. Siguió caminando hasta las escaleras.
-¿Se te perdió algo?- salimos del escondite. Beckham quitó su arma de mi columna, pero la colocó en mi cien.
Yo me iba a morir de los nervios, las piernas me temblaban, sentía que en cualquier momento me iba a desmayar.
Emmett se volvió hacia nosotros y abrió muy grande los ojos.
-Suéltala. Podemos arreglar esto entre tu y yo- Emmett intentó caminar un poco, pero Arturo lo apuntó.
-Si te mueves un solo centímetro, voy a disparar- yo no quería que le hiciera daño a Emmett así que abrí mis ojos como platos para que entendiera la señal. Sobre todo porque yo sabía que ambos tenían una rivalidad desde hace mucho.
-Debiste dispararme desde el día en que pasó lo que pasó- ¿qué había pasado para que ellos dos se odiaran a muerte?.
-Ganas no me faltan. ¿A caso viniste a hacer lo mismo con Ellie?- cuestionó Beckham.
La paciencia estaba saliendo de la casa y yo quería irme con ella.
-¿Porqué se odian?- pregunté con miedo.
Los dos se retaban con la mirada, la rabia flotaba en el aire.
-No lo digas- advirtió Emmett, pero no estaba en posición de reclamar nada.
-Yo pasaba mucho tiempo en la empresa. El poco tiempo que tenía era para Ryan. Una vez llegué de trabajar y mi querido vecino Emmett estaba con ella en mi cama- contó Beckham.
Santo cielo, por eso Arturo había terminado con Ryan. Y Emmett parecía una buena pero efusiva persona.
-Creo que deberías saber que fue a Ryan que encontré en la cama con Bruno, Arturo- solté de pronto.
Todos nos quedamos en silencio, nadie dijo una palabra. Después todo siguió igual, Beckham siguió presionando mi sien con el arma.
-Espera, tampoco fue tan drástico. Ryan también tenía culpa, cada vez que podía se metía a mi casa a modelarme sus vestidos diminutos- contestó Emmett.
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La Huésped De Beckham
Romance_La mansión Beckham, el lugar donde fui a parar después de huir de las mentiras de mi novio. Un lugar que me hizo suspirar al conocer al enigmático y guapo Arturo Beckham. Un hombre que me hizo desfallecer y derretirme por él. Arturo me llevó a su m...