XXIII

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Árido

Ellie Hastings

_La fuerte brisa se escuchaba en el interior de la habitación, las cortinas de la ventana estaban corridas, causando una molestia en mis ojos por la luz.

Me levanté con pereza y me dirigí hacia allí para arreglarlas cuando escuché un sonido en el pasillo.

Cerré las cortinas y, caminando lento, me dirigí a la puerta de mi habitación.

Me fijé que solo llevaba una camisa grande, la bajé tapando mis muslos. Tomé el pomo de la puerta y la abrí lentamente.

Volví a cerrarla ya que escuché los pasos dirigirse hacia la puerta de la que era mi habitación.

Mi corazón latía fuerte y yo no comprendía porqué, es decir, podía ser Arturo o uno de los hombres que siempre se quedaban hasta tarde, cuidando la propiedad, pero ellos no entraban a la mansión.

¿Y si era Bob?. No, a Bob lo había buscado la policía. Se me olvidó contarles sobre eso, les haré un pequeño resumen.

Bob fue atrapado mientras Beckham y yo estábamos en el cine. Anne se encargó de todo y ayudó a los policías a husmear la habitación del susodicho para encontrar pruebas referentes a él. Beckham se había ido a poner los cargos y yo me había quedado porque no era necesario ir, al parecer habían encontrado pruebas contra él.

Los pasos se escuchaban bajando las escaleras y abrí la puerta nuevamente. Solamente podía ver su espalda ancha y bien trabajada, lo seguí hasta que llegó al final de la escalera. Me dí un susto terrible cuando se volvió hacia mí, Arturo se encontraba mirándome con el ceño fruncido, tenía una pijama puesta y su cabello, como siempre, desordenado.

-Hola, acabo de llegar. Bajé por agua.

-¿Qué pasó con Bob?- me acerqué a él.

-Sus huellas estaban en la bolsita de la conllavaria, en la habitación había un arma que más tarde registraron. Bob es un asesino y todo lo que ha hecho lo ha hecho después de comenzar a trabajar aquí- contestó pasando sus manos por su cabello.

Yo estaba muy sorprendida, Arturo tenía un asesino en su casa desde hace mucho tiempo.

-¿Qué pasará con Eleonor?.

-No sé cómo lo hizo, pero Eleonor tiene pruebas de que Bob la obligó, está en la misma cámara de seguridad- yo estaba muy confundida, Eleonor iba a echarse al hombro una carga que no era de ella al hombro, aún teniendo pruebas. A esa chica le faltaba un poquito de cerebro.

Arturo respiró profundo y luego intentó sonreír, pero no le salió muy bien. Me dió un beso en la frente y subió las escaleras, desapareciendo por el pasillo.

Tal vez había algo más de lo que yo no me estaba enterando.

Bajé a buscar un poco de agua, pero no llegué muy lejos ya que había uno lleno en la encimera y tomé de él.

Bostezando subí a la recámara y me lancé a la cama nuevamente, dispuesta a terminar mi noche.

***

A la mañana siguiente sentí como yacía un peso encima de mí, me terminé de despertar y noté que era la mitad del cuerpo de Arturo.

No sé cómo no me dí cuenta de ese peso encima de mí durante la noche, y tampoco sabía porqué él había cambiado tan repentinamente de humor si la noche anterior estaba extraño. Algo había algo que lo tenía pensativo y bipolar.

Y tampoco entendía porqué reaccionó así respecto a Emmett, ¿será que ya se conocían?, Arturo estaba ocultando algo.

Con mucho esfuerzo logré quitarme ese cuerpo de toneladas de encima. Y caminar hacia mi teléfono que se encontraba en el piso muy lejos de mi alcance.

Me alegré cuando me percaté de que era mi madre, lo que me desconcertó fue la hora.
Era muy temprano y ya tenía algunas llamadas perdidas de ella.

Me asusté por un momento, pero luego deslicé el dedo por la pantalla. Mi madre era así de intensa.

-Ellie...- su voz no sonaba como siempre, su voz era apagada y triste, estaba llorando.

Sentí algo fuerte dentro mí al escuchar su llanto, pero más fuerte era el no saber lo que estaba pasando.

-Mamá. Cálmate, respira. Inhala y exhala, vamos, tú puedes- hizo lo que le dije y poco a poco se fue recuperando- ahora cuéntame, ¿qué sucede?.

-Ellie, es sobre la granja. Todo está destruido, cuando me levanté encontré todo destrozado, la cabaña destrozada y la cosecha también- volvió a derrumbarse.

Me quedé sorprendida ante aquella mala noticia, era algo que nunca había pasado y era muy difícil esa situación ya que ese terreno era el legado de mi padre.

Solo pude pensar una cosa, ¿quién pudo haber hecho tan semejante barbaridad?.

-También me dejaron una nota que no entiendo, la encontré en la puerta esta mañana- ya estaba más calmada y pude entender la situación mejor.

-Mamá, necesito que vengas, si quieres te voy a buscar pero no puedes quedarte allí, ven aquí hasta que todo se normalice.

La situación me estaba asustando.

La Huésped De BeckhamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora