No es oro todo lo que reluce en los ojos de WangJi

1.6K 254 12
                                    

Lan WangJi no esta contento por su compromiso. Debería, su tío le ha comprometido con el que consideraba el amor de su vida, pero no se siente a gusto que haya sido algo forzado.

No recordaba nada de lo que sucedió aquella noche después de perder la ronda de juego y que Wei Ying le incitase a terminarse su copa. Cuando se despertó era más de medio día. Wei Ying acababa de salir de la ducha y se estaba vistiendo. Si no fuese por como le dolía la cabeza habría sido un buen despertar. No todos los días podía ver nada más despertar a Wei Ying sin camiseta, con los pantalones sin abrochar y secándose el pelo. Wei Ying se acercó a él y le preguntó como se encontraba. Cuando le gruñó en respuesta, Wei Ying solo se rió y le dió la enhorabuena por experimentar su primera resaca. Wei Ying le dijo que la noche anterior había estado muy borracho para lo poco que había bebido. Y aunque le contó alguna de las cosas que había hecho, no le dió explicaciones de porque ambos habían acabado durmiendo juntos y porque él no tenía su ropa puesta.

Desde aquella noche había notado un cambio en sus conversaciones con Wei WuXian. Había notado que el loto había pasado de mandarle un millar de mensajes a solo unos pocos al día, pero lo interceptaba de camino a casa más a menudo que antes. Wei WuXian iba a buscarlo a la biblioteca, a veces comían juntos en la universidad, otras daban un corto paseo, a veces simplemente se sentaban en el césped a disfrutar del sol. Si uno de los dos estaba demasiado ocupado hablaban por teléfono. A veces lo llamaba aunque se hubiese visto hacía unas horas. WangJi estaba feliz, pensaba que tal vez las cosas podían llegar a funcionar entre ellos, y estaba buscando un momento para hablar con Wei Ying acerca de sus sentimientos. Nunca habían vuelto a mencionar aquella noche.

O al menos así había sido hasta el momento en el que se enteraron de las consecuencias de aquella noche y Lan QiRen había estallado en cólera. La cara de Wei Wuxian durante aquella reunión se lo había dejado bien claro. Él no estaba de acuerdo con el compromiso. Llevaba tres días sin ponerse en contacto, ni contestar a sus mensajes. Tal vez ahora lo odiaba.

No importaba cuanto trataba de terminar la presentación de su tesis. No podía concentrarse. WangJi nunca se había sentido tan triste, ni tan decepcionado consigo mismo. Que Wei Ying no quisiese hablar con él, no lo mejoraba. Nunca antes se había sentido tan solo como ahora. Ni siquiera en todos los años que no vio a Wei Ying.

Llevaba enamorado de él desde el instituto, pero jamás se había confesado. Habían sido compañeros de clase durante dos años. En esos dos años habían sido uña y mugre. A pesar de lo diferentes que eran y que Wei Ying se pasaba casi todo el tiempo haciéndole bromas, de algún modo, se sentía bien pasar el tiempo junto a él. Después acabó por desarrollar unos sentimientos a los que tardó mucho tiempo en poner nombre. Para cuando se dió cuenta de que estaba completamente enamorado, iban a clases separadas. Aquel año había sido muy complejo para WangJi. Uno de los profesores lo tomó como su ayudante personal y se pasaba gran parte del día haciendo recopilando materiales o ocupado con el comité escolar. Sus responsabilidades para con la secta tenían todas sus tardes ocupadas. En los escasos descansos que tenía libres no conseguía encontrar a Wei Ying y cuando lo hacía estaba rodeado de gente a la que no conocía. Un día cuando trató de añadirse al grupo, dos de sus nuevos amigos le dejaron muy claro que no era bien recibido y que no le buscase más.

Después de aquello, solo se veían eventualmente en las reuniones entre sectas. Aun en ellas, su tío y los ancianos trataban de mantenerlo lo más apartado posible del huracán de Yummeng. Eran pocas las veces que conseguía escaparse para hablar un rato con el. WangJi atesoraba esos escasos momentos como algo precioso y que le ayudaba a continuar en su día a día. Con el tiempo Wei Ying había dejado de ir a las reuniones. Sabía que probablemente se debía a una fuerte discursión que tuvo con los ancianos de varias sectas. Wei Ying había expuesto algunas de sus teorías sobre como controlar la energía resentida. Prácticamente había sido expulsado de la reunión aquella vez. Desde entonces no habían vuelto a hablar hasta que Jin GuangYao añadió a Wei Ying al grupo de organización de la despedida de soltero de Jin ZiXuan.

Ahora entiendo porque sonríe el Emperador...Where stories live. Discover now