IX.

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Capítulo 9: Ámame como yo lo hago

"Bebé, me encantaría que me quisieras de la forma en que te quiero de la forma en que debería ser." -Lobo.

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Al día siguiente, le dije a Jed que podía quedarme en mi departamento todo el tiempo que quisiera. Sin embargo prefirió ir a su propia casa, que estaba a pocos kilómetros de Londres.

Se fue temprano, deseándome buena suerte y diciendo que podía contar con él cuando lo necesitara. Escuchar eso me hizo feliz.

Al menos no me odiaba.

Llamé a Leigh-Anne y le conté lo que había sucedido la noche anterior. Estaba emocionada de que todo estuviera lo suficientemente bien y dijo que si necesitaba hablar, podríamos organizarnos para irnos.

Sin embargo, tenía otros planes.

Había decidido usar ese fin de semana para visitar a mi familia en South Shields. Siempre podía pensar mejor cuando estaba con ellos. Además, por supuesto, los extrañaba mucho.

Dos horas después de mi conversación con Leigh, me estaba preparando para partir cuando recibí un mensaje de Perrie.

'Leigh-Anne me dijo que rompiste con Jed. ¿Cómo te sientes, bebé?'

'Gracias por tu preocupación, estoy bien Perrie.'

'Ella me pidió que fuera a tu casa para darte fuerzas. Iré, ¿de acuerdo?'

Sentí mi cara calentarse de ira. ¡Pinnock! Era solo su cara para jugar a Cupido.

'Eso es muy amable de tu parte, Pezz, pero creo que Leigh olvidó mencionar que voy a South Shields ahora mismo'

'No hay problema, Jadey, voy a ir contigo. No he visto a Norma y a los niños en mucho tiempo.'

¡Cielos, Leigh-Anne!

'No quiero molestarte. Alex vendrá hoy, ¿no?'

'Lo aclaró. No pasaré mi fin de semana hundida en la cama comiendo basura si tengo la oportunidad de divertirme contigo.'

Suspire audiblemente. Sabía que con Perrie allí, mi objetivo escalofriante nunca sería alcanzado. Aún así, no podía negárselo.

'Bien. Iré de casa en veinte minutos, ¿puedes prepararte para entonces?'

'Dejamelo a mi.'

Me agaché en el mostrador de la cocina, sin creer lo que acababa de hacer.

Maldita sea.

Busqué en mis contactos a Leigh y escribí furiosamente un segmento de insultos en el cuadro de mensaje que compartí con ella.

Ella respondió con un emoji sonriente.

Ah, cuando la vea! Ella tendrá que cuidar de sí misma!

Media hora después, Perrie estaba en mi puerta.

"Llegas diez minutos tarde" Le dije mientras me abrazaba.

"Hola a ti también, Jade."

Bajamos al garaje, subimos al auto, ajustamos nuestras mochilas y puse en marcha el motor.

Cuando el auto salió de las afueras del departamento, Perrie dijo:

Love Me Or Leave MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora