Love Me Or Leave Me

XXVII.

Capítulo 27: Más de lo que las palabras pueden decir

"Oh, te necesito más de lo que las palabras pueden decir. Oh, me salvas de una manera que no puedo explicar." -Little Mix.

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Me duele todo el cuerpo.

Mi aliento salió pesado, dolorido, ardiente. Tuve que trabajar duro para que entrara aire en los pulmones.

Cuando las sensaciones comenzaron a regresar a mi cuerpo, me di cuenta de que debajo de mí había un colchón y almohadas suaves. Una manta cálida cubría todo mi cuerpo, desde los pies hasta la barbilla.

Me tomó un momento hacer uso de todas mis facultades mentales y finalmente logré abrir los ojos.

Todo estaba oscuro, excepto tal vez por la luz de la luna que entraba por la gran ventana de vidrio donde la cortina no cubría.

Parpadeé un par de veces, esperando que mis ojos se acostumbraran a la tenue oscuridad. Cada parpadeo era un dolor que irradiaba por el resto de mi cuerpo.

Cuando pude ver mejor, noté que esta habitación era familiar.

Jade.

La idea de ella inundó todos mis recuerdos de lo que iba a ser anoche y la certeza de que no estaba muerta.

Pensé en Alex, sus manos alrededor de mi cuello, el miedo que tenía a morir, la conversación con mi madre, mi loca decisión de tomar medidas sobre lo que me estaba pasando.

Hizo que mi pecho saltara de ansiedad. Me levanté con todo, pero solo para retroceder, sin fuerza, cuando un dolor inusual me golpeó alrededor de la cintura, cerca del estómago.

El lugar donde Alex me había golpeado.

Mi pecho subía y bajaba y cada respiración, cada respiración jalada y liberada, era terriblemente dolorosa.

Me alerté cuando la puerta del dormitorio crujió suavemente.

Entrecerré los ojos y vi a Jade mirándome. Llevaba una expresión de pura preocupación y parecía indecisa si dar unos pasos o no. Probablemente penso que estaba durmiendo.

"Adelante" Le dije. Me sorprendió el chillido que salió de mi voz y lo doloroso que era hablar.

Afortunadamente, ella me escuchó.

Empujó la puerta un poco más y entró. Sus pasos fueron cuidadosos y sus rasgos preocupados solo se hicieron más evidentes a medida que se acercaba.

No dijimos nada desde Jade hasta mí. Se sentó en el borde de la cama y me miró cuidadosamente.

Estaba tan consolado por su presencia, tan completa.

"¿Cómo te sientes?" Ella preguntó suavemente.

En ese momento, me sentí mejor que durante el terrible mes pasado. Con Jade allí, siempre me sentiría bien. Siempre.

Me las arreglé para sonreír. Los músculos de mi cara protestaron, pero la sonrisa salió de todos modos.

"Me siento genial, Jadey" Le aseguré. Cada palabra me costó un aliento doloroso y un terrible ardor en los pulmones. Todavía sentía que algo estaba envuelto alrededor de mi cuello, una molestia terrible. "Gracias por encontrarme y traerme aquí"

Ella dudó por un momento, luego asintió.

"Fue lo menos que pude hacer"

"¿Qué estabas haciendo allí?" Pregunté en un siseo.