Love Me Or Leave Me

XXXIX.

Capítulo 39: Moriría por ti

"Estoy encontrando maneras de manipular el sentimiento que vienes experimentando
Pero, cariño, no te culpo." -The Weeknd.

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Me desperté de un sueño profundo, haciendo lo que se había vuelto bastante familiar durante esos últimos siete días maravillosos: tanteando el lado derecho de la cama en busca del cuerpo caliente de Perrie.

Me sorprendió cuando encontré nada más que las sábanas vacías y frías. Abrí los ojos, frotándolos para despedirme mientras miraba su almohada solitaria.

Miré a mi alrededor, confundido.

"¿Cariño?" Llamé, frunciendo el ceño.

No hubo respuesta.

Rodé fuera de la cama, estirando mis brazos sobre mi cabeza en un intento de acostumbrar mi cuerpo al día.

Fui al baño a buscar a Perrie y, cuando no la encontré allí, aproveché la oportunidad para satisfacer mis necesidades personales, cuidar mi piel y mis dientes.

Me fui con una extraña sensación retorciéndome la boca del estómago. Algo estaba mal.

Y repasando la inquietud con que Perrie estaba el día anterior, algunas ideas comenzaron a formarse en mi cabeza.

Salí al balcón, esperando encontrarla junto a la piscina o al menos tomar el sol de la mañana en una de las tumbonas.

Pero, aparte de felicitar al mar fresco, no había nada más.

Tragué saliva, sintiendo mi cuerpo erizarse cuando me atreví a enfrentar la verdad que estaba allí, justo frente a mí.

Si Perrie no estaba presente ...

¡Cielos, Jade! Ella probablemente solo fue a conseguir el café de la mañana.

No, pensé mientras regresaba al interior del bungalow, mi corazón comenzó a latir frenéticamente dentro de mi pecho. Perrie nunca se despierta antes que yo. Nunca.

Mis ojos volaron hacia el gran armario empotrado en la pared del fondo de la habitación, donde estaban nuestras maletas. Me apresuré hacia allí y estaba segura de mis suposiciones terribles cuando abrí las puertas dobles y no encontré sus maletas.

"¿Por qué, Perrie?" Tartamudeé, sintiendo que la frustración me inundaba con las lágrimas. "Después de todo, ¿por qué?"

Había confiado en ella. Le había dado mi corazón de nuevo. Aunque la razón me había gritado que pensara antes de actuar, decidí escuchar a mi corazón y decidí confiar en Perrie. Fui impulsiva.

Algo que nunca había sido.

Y luego ... y luego ...

Vislumbré allí, doblado en el asa de una de mis bolsas, un trozo de papel. Lo tomé de allí, y cuando lo desdoblé, me di cuenta de que era más de uno. Había varias servilletas firmadas con la letra de Perrie.

Regresé a la cama y comencé a leerlos.

"Tuve que irme, mi ángel. Entiéndeme. Prometiste que me entenderías. Así que por favor, entiéndeme. Puede parecer inútil en este momento, pero lo juro: esta decisión la tomé por una buena razón. Recuerda el dolor leve sofocante ¿El mayor dolor? Eso es todo, Jade. Si tuviera otra opción, créeme: nunca me habría ido. Moriría antes de lastimarte sin siquiera dudar [...]"