Love Me Or Leave Me

XXXIV.

Capítulo 34: Perfecta

"Ahora sé que he conocido a un ángel en persona, y ella se ve perfecta." -Ed Sheeran.

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Nadamos, saltamos y corrimos en la playa clara de la isla. Regresamos a almorzar, hambrientas, y cenamos en el hotel.

Cuando llegó la noche y, con ella, los preparativos para el turno, Jade y yo fuimos a nuestro bungalow a vestirnos.

Llevaba un vestido blanco que le tocaba los pies, cubierto por una sandalia incrustada con pequeños cristales, y el cabello en un moño simple pero elegante. El vestido tenía un cuello alto, por lo que las marcas en mi cuello estaban bien ocultas.

Jade, por otro lado, prefería un vestido con mangas caídas, dejando los hombros desnudos, y llevaba un tacón alto transparente. Su cabello cayó en ondas marrones por su espalda, enmarcando su hermoso rostro y acentuando sus perfectas cejas.

Tanto su maquillaje como el mío eran naturales, sin excesos. La forma en que nos gustaba.

Luego salimos del bungalow y nos dirigimos a la piscina infinita.

A pesar de que la fiesta estaba en esa región, casi nadie entraría al agua. Era más por decoración que por otra cosa. Y se ajusta perfectamente.

Jade y yo nos sentamos en una de las muchas mesas pequeñas que se habían esparcido por el vestíbulo.

Nos quedamos allí durante una hora, tal vez dos horas mientras cenábamos en lo que el hotel se había encargado de preparar.

"¿Mencioné lo increíblemente hermosa que te ves hoy, Jade?" Pregunté, sorbiendo mi bebida mientras la admiraba.

Ella sonrió, llevando un mechón de cabello detrás de la oreja.

"Pensé que era hermosa todos los días" Bromeó.

Me reí suavemente.

"Lo eres. Pero hoy eres el triple más maravillosa e impresionante de lo habitual. Y mira, normalmente ya eres extremadamente maravillosa e impresionante."

"¿Alguna vez te has mirado en el espejo?" Preguntó ella, alzando una ceja. "Bueno, porque pareces una diosa rubia. Y lo mejor: eres mi diosa rubia y ardiente."

Me reí en voz alta, y ella me acompañó. El sonido de su risa fue tan delicioso. Todo en ella era increíblemente delicioso, en realidad.

La música local sonaba fuerte, y algunos invitados iban y venían del bar que había sido creado especialmente para la ocasión cerca de la piscina.

Jade se puso de pie.

"Voy a bailar. ¿Quieres unirte a mí?"

Hice una mueca.

"Estaré un rato aquí. Mi estómago está un poco enfermo."

Jade levantó una ceja.

"¿Comiste cinco veces más de lo que comería una persona normal?"

Sonreí.

"Comí más de cinco veces más, en realidad."

Ella frunció el ceño.

"En ese caso, la falta de comida no lo es."

Jade comenzó a sentarse de nuevo, pero sacudí la cabeza.

"Ve a divertirte, mi bella princesita. Estaré bien mientras te miro."

"¿Estas segura?"