Love Me Or Leave Me

XXXVI.

Capítulo 36: Déjame adorarte

"Cariño, atravesaría las llamas por ti, solo déjame adorarte, como si fuera la única cosa que haré el resto de mi vida. Como si fuera la única cosa que haré el resto de mi vida." -Harry Styles.

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Mis ojos se abrieron cuando sentí algo cálido deslizarse a través de mi intimidad. Todo el sueño desapareció, siendo reemplazado por el comienzo y la emoción.

La habitación estaba oscura y la poca luz que entraba penetraba la cortina de la puerta. Miré hacia abajo y vi la cabeza de Jade entre mis piernas. Sus manos agarraron suavemente mis muslos y allí, su lengua me volvió loca.

Cuando mi cuerpo se despertaba, mi sexo latía y se calentaba, e involuntariamente un gemido escapó de mi garganta cuando Jade me chupó.

Sus manos comenzaron a acariciar mis piernas cuando su lengua trabajó con más insistencia y agilidad, haciéndome apretar todo mi cuerpo con el placer que aumentaba a medida que succionaba y me volvía loco.

"Este es mi nuevo desayuno favorito" Murmuré en un gemido, mordiéndome el labio con fuerza.

Involuntariamente, sentí mis pezones endurecerse debajo de las sábanas, que solo cubrían mi regazo.

Jade se quedó allí, enérgica, sin dejarme escapar. Su lengua se levantó y cayó rápido, o dio vueltas, y mi cuerpo trató de acercarse a ella mientras el placer me golpeaba más intensamente.

Cuando el orgasmo finalmente me golpeó, dejé que mi cuerpo se derritiera allí y me hundiera en la cama, con la respiración irregular y caliente, la frente salpicada de sudor.

Mi pecho subía y bajaba, aún tratando de normalizar la adrenalina.

Abajo, Jade besó mi intimidad suavemente y solo entonces se levantó, su rostro finalmente apareció en mi campo de visión. Ella sonrió ampliamente.

"Encontré una manera infalible de despertar a la bella durmiente allí."

Respiré hondo, buscando el aliento que aún me faltaba.

"Sigue haciendo esto y me acostumbraré."

Ella resopló, riendo, mientras me daba la espalda. Caminó con gracia y se detuvo en la puerta que compartía el cuarto de baño con el jacuzzi. Me miró por encima del hombro.

"¿Sabes qué hora es ahora? Medio dia. Si tiene hambre y quiere almorzar, te sugiero que vengas a tomar una buena ducha conmigo para disipar los líquidos de la noche anterior."

Sonreí, los recuerdos de los momentos antes mencionados me inundaron. Jade y yo probamos varias cosas, ángulos y posiciones. Nuestro año comenzó bien, extremadamente bien.

Me obligué a salir de la cama, dejando caer la sábana a mis pies. Mi cuerpo todavía era frágil por lo inesperado oral, y los músculos de mis piernas me dolían en diferentes regiones que nunca esperé que me dolieran. Jade y yo habíamos estado haciendo ejercicio por el equivalente a un mes.

Quizás dos.

Me arrastré hacia ella, besando sus suaves labios que sostenían mi gusto.

"¿Crees que alguien nos escuchó?" Pregunté en voz baja.

Jade se rió contra mi boca, deslizando sus labios hacia la curva de mi cuello, donde los rozó suavemente. Un escalofrío recorrió cada centímetro de mi cuerpo e impulsivamente me presioné contra él, haciendo que quedara atrapado entre mí y el marco de la puerta.