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Aquella madrugada se encontraba pintada de miles constelaciones alumbrando el camino principal de Mantún.

Para el padre Yoongi, las madrugadas de Mantún eran mucho más hermosas que en Roma, de eso no había duda.

Eran cerca de las tres de la madrugada cuando la vigilia terminó en la parroquia, los asistentes salieron del lugar dispuestos a tomar su camino a casa.

Entre ellos pudo divisar a la sra. Park, la reconocía gracias a las buenas referencias de las monjas, aunque sabía que era la madre de Park Jimin y que seguramente iría a su casa, por ser la única casa situada antes de entrar al pueblo, supuso que iría sola.

Dudó unos momentos antes de acercarse y saludarla.

- Sra Park...- le saludo con una reverencia.

- Oh, padre Min... Muchas gracias por la misa de hoy, fue muy bella...- eligió la mujer apretando entre sus manos la Palma de Yoongi.

- No agradezca... Es mi deber...- respondió con una sonrisa - Uhm... ¿se va sola?

- Si... Mi esposo esta de viaje repartiendo el café... Mi hijo tenía deberes del colegio por hacer así que hoy estoy sola - respondió con tranquilidad y una sonrisa.

- Oh... La acompaño entonces ...

- No es necesario padre, es muy tarde... - Negó la mujer con una cara de pena. 

- No hay problema, de hecho disfruto mucho las caminatas nocturnas, mas si me acompañan estas constelaciones... 

- Oh padre Min... Me apena hacerlo acompañarme hasta allá...

- Vamos, déjeme, así mas bien me acompaña usted un rato a mí... 

La mujer sonrió e hizo una corta reverencia aceptando la amabilidad del padre Min, le agradó en demasía el hecho de que fuera tan considerado, ya que los anteriores párrocos no eran muy cercanos a los habitantes de Mantún, al contrario, se limitaban a impartir la misa y luego simplemente desaparecer detrás del púlpito, y así estaban acostumbradas las señoras arraigadas a la iglesia, un ''Pueden ir en paz'' Era suficiente para despedir al padre, por lo que cuando las que quedaban en la entrada de la iglesia vieron al Padre Min alejarse con la Sra. Park, no faltó ni una en dar comentarios un tanto groseros por la repentina amabilidad del nuevo padre. 

La Sra Park caminaba muy a gusto, con su abrigo y su paraguas, el padre Min le acompañaba mientras charlaban de las futuras actividades benéficas de la iglesia, las procesiones de la semana santa que pronto llegaría y había que estar preparados, también sobre la próxima celebración de la primera comunión de los niños del pueblo quienes llevaban un buen tiempo preparándose. 

- Y... ¿Como está su familia? - Se atrevió a preguntar el hombre mientras pasaba su mirada por las hermosas constelaciones del cielo. 

- Muy bien... Gracias a Dios...- Respondió - Muy feliz, mi hijo, Jimin, fue nuevamente uno de los mejores de su clase en el colegio...

-  Oh... Me alegra mucho escucharlo...- Sintió un rayo de orgullo en su pecho - El Joven Park parece ser un buen muchacho...

- Lo és, es un buen estudiante y un buen hijo...- Dijo con orgullo la mujer de cabello castaño – Mi deseo mas grande es verlo triunfar en lo que ama hacer... Y por supuesto, quiero que se case con una buena mujer, que lo ame y me dé nietos tan bellos como él...

Yoongi sintió un pinchazo en su corazón ante las sinceras palabras de la Sra. Park, sabía muy bien que el siquiera imaginar a Jimin a su lado de manera pública, sería una catástrofe para aquella mujer noble. Le dolió escuchar aquella posibilidad en la que su pequeño y atrevido amante sería el esposo de quien sabe qué jovencita, que tal vez aquella le besaría y le tocaría de la manera en la que él mismo le quería tocar cada día, y en su pecho dolió el solo imaginarlo ser feliz sin él.

Half Moon~ YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora