Semidioses en Hogwarts //EDITANDO//

I

Amaneció un día calmado en el campamento mestizo, bueno, entiéndase calmado, sin ataques de monstruos, pues había semidioses llendo de acá para allá en todo momento. Lyra se levantó demasiado temprano, como de costumbre. Hoy había tenido un sueño extraño, pues un hijo de Poseidón aparecía en él. ¿Lo extraño? El último hijo de Poseidón del que se sabía algo había muerto hace más de trescientos años, las únicas hijas de la última época de las que se tenía constancia eran ella y Helena. Por lo tanto sólo ella.

Mientras salía de sus pensamientos deprimentes Lyra se dirigió hacia el nuevo y mejorado armario de la cabaña de Poseidón. Al entrar al vestidor se colocó ropa para entrenar y después caminó hacia el espejo. Se recogió el largo pelo pelirrojo en una coleta, la observó caer por su espalda en cascada, y mirando sus ojos, iguales a los de su hermana, casi pudo imaginarla diciéndole todo lo que había crecido.

Al volver a la realidad, ella no estaba aquí, fue lo único que la pecosa repetía. Ella ya no está. Una vez su propia mente estaba convencida Lyra se dirigió fuera de la cabaña. Caminó no muy lejos hasta encontrarse con Nixuria. La pelinegra estaba recostada en uno de los postes de su cabaña, como de costumbre una sonrisa de oreja a oreja adornaba su rostro. La pelirroja estuvo tentada a rodar los ojos, pero al final Lyra sólo le hizo un saludo, y  seguido la de ojos de color mercurio se encaminó junto a ella.

Nix era la prima de Lyra. Se conocían desde hace bastante, pero la otra no llegó hasta el campamento de manera definitiva hasta los 11 años, justo después de la primera guerra, aquella que Santiago ocasionó.

El semidios estaba tan decidido a que los dioses le tomaran atención, que apenas parpadeó cuando los monstruos que contrató comenzaron a acabar con sus amigos semidioses, con sus hermanos.

Lyra sabe, aunque no se cansará de contradecirla que Nix suele decir que en realidad no llegó sino hasta los 11 años y medio. Pero sólo es por que de esa manera queda más interesante.

La de piel pálida, aprovechó su altura respecto a la pelirroja, ––que aunque no demasiada, era suficiente para burlarse de ella por la misma— para pasar su mano por sus hombros como si estuviera bajita. Lyra rodó los ojos

–Eres tan Irritante– dijo la chica, y seguido repitió el gesto anterior para darle más énfasis a sus palabras. Por otro lado Nix sonreía– y tú taan sosa–

Principio de la Historia reescrita. Si quieren más diríjase a mi perfil

(Seh, como desvarío mucho aún no la tengo publicada 😉)
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Notiita al final del libro en explicación

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