17- Awọn Ala

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"La vida es tuya y tuyo también el deseo, porque cada día es un comienzo nuevo, porque esta es la hora y el mejor momento, porque no estás solo, ¡Porque yo te quiero!" - Mario Benedetti

Baekhyun se le había reído durante la mayor parte del viaje luego de confesarle que estaba enamorado, pero se lo permitió de todas maneras; luego de toda la tensión que habían vivido en esas últimas horas, las risas del chico no le venían nada mal

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Baekhyun se le había reído durante la mayor parte del viaje luego de confesarle que estaba enamorado, pero se lo permitió de todas maneras; luego de toda la tensión que habían vivido en esas últimas horas, las risas del chico no le venían nada mal.

Después de dejarlo en casa sano y salvo, Jungkook regresó a la suya, colocando las cosas que había "tomado prestadas" en un lugar algo escondido, ingresando por la ventana y llegando sigilosamente a la habitación del castañito que sorpresivamente, aún seguía en el país de los sueños.

Se acomodó a su lado, logrando cerrar los ojos por primera vez en las últimas treinta y seis horas sin dormir. Pronto amanecería, y debía fingir que realmente había podido descansar, aunque aún sentía que sus ojos no querían cerrarse.

Pensaba en lo que acababa de hacer, y en la incógnita en su cabeza.

¿Por qué lo había hecho?

Por él.
Esa era la única respuesta factible.

No había podido aguantar la carita triste del castañito, ni mucho menos sus ojos llorosos. Quizás lo hizo porque algo así es lo que le hubiera gustado que le sucediera cuando era pequeño y sus anhelos comenzaban a quebrarse poco a poco.

Deseaba darle, de alguna manera, lo que él nunca pudo tener.

No quería que Taehyung pasara por una situación similar a la que él había vivido; No merecía visitar el lado oscuro de la vida, donde las cosas no salen como uno las planea y termina sintiéndose miserable.

Quería que el chico fuera feliz.
Porque cada vez que lo veía sonreír, todo su ser reía con él; entonces, el mundo dejaba de ser tan oscuro, y la vida parecía menos dura.

Cuando por fin sus ojos se cerraron, tuvo un sueño extraño, donde volvía a casa, y en realidad, no había nada. En el fondo, entendía que aquella metáfora también podría ser una realidad, pues cada vez que pensaba en su mansión, sólo recordaba lo malditamente fría que era.

Cuando despertó, Taehyung ya no se encontraba a su lado, y eso le llamó la atención.
¿Acaso no lo había levantado con sus "Buenos Días, Viajero"?

Aquello le pareció aún más extraño que su sueño; ni siquiera lo oía cantar como solía hacerlo por las mañanas.

Su mirada se enfocó en el reloj que reposaba en la mesita de luz del chico, y lo único que logró con ello, fue sentirse bastante confundido.

Eran las tres de la tarde.
Taehyung había desayunado, e incluso almorzado solito.

Se sentó suavemente, frotando sus ojos con cuidado antes de estirarse para eliminar la pereza.
Caminó descalzo por la casa, buscando al pequeño castaño, encontrándolo al fin, escribiendo algo en el comedor.

YORUBA! »Kookv 🌱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora