El reconocido cantante, Jeon Jungkook, harto de la fama y la farándula, sólo desea escapar por un momento.
A causa de un error por parte de su GPS, terminará en un pequeño pueblo olvidado, donde logrará encontrar la respuesta a varias incógnitas, de...
"Nos pasamos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante" - Oscar Wilde
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Taehyung despertó cuando el reloj marcó las ocho de la mañana, y volteó de forma perezosa, pues un brazo lo rodeaba con suavidad por el estómago. Se encontró con el lindo rostro de Jungkook y creyó que podría acostumbrarse a levantarse así todas las mañanas de su vida; sintiéndose cómodo, calentito y protegido.
Un leve sonrojo se apoderó de sus mejillitas al pensar demasiado en eso, utilizando los segundos restantes para simplemente dedicarse a mirar al pelinegro, porque de hecho, dormía tan pacíficamente que parecía no tener ningún problema en la vida; Su respiración rítmica y suave chocó en la carita del menor, que por cierto, estaba muy cerca de Jungkook, quien poseía una muy pequeña sonrisa marcada en sus lindos labios.
Taehyung se preguntó qué podría estar soñando; seguramente algo tan bonito como él.
El joven abrió sus ojos lentamente, quizás la manera en la que el menor lo miraba lo había despertado. Vio al castañito en silencio, y luego se estiró levemente, soltando un pequeño chillido de satisfacción al hacerlo. Luego, volvió a observar a Taehyung y sonrió levemente, creyendo que la mejor parte de despertar, era notar que el chico estaba a su lado.
"Parece que no tendré un lindo día hoy..." Murmuró con su voz entrecortada, ronca y adormilada, dedicándose a llevar su mano izquierda a la mejilla del contrario, acariciándola suavemente.
"¿Por qué dices eso, Koo?"
"Porque aún no me lo has deseado..." Respondió con una pequeña sonrisa cansada. Taehyung también rio dulcemente, acercándose un poco más al contrario.
"Buenos días, Viajero" Habló suavecito, tocando la nariz del pelinegro e iluminando toda la habitación con el simple hecho de existir. La frase ya se había vuelto icónica entre ambos, y que el menor no la dijera todas las mañanas, ahora podría considerarse un pecado muy grave.
"Ah, ahora sí tendré el mejor día de todos, y más si estoy contigo..."
El menor estaba muy cerca. Nunca había visto una obra de arte desde tan corta distancia.
Taehyung le sonrió, y sólo bastó con estirarse un poquito para poder rozar su naricita con la del pelinegro en un tierno besito esquimal.
"Buenos días a ti también, campesino inútil" Murmuró juguetonamente, eliminando toda la ternura del momento.
"¡Oye!" Se quejó el menor, pero pronto fue empujado suavemente hacia un lado de forma repentina, alcanzando únicamente a ver como Jungkook se levantaba con rapidez y corría hacia la cocina.
"¡El último que llega hace el desayuno!"
"Y el primero en llegar lava los platos!" Chilló Taehyung entre risas, acercándose al marco de la puerta de su habitación para ver que Jungkook intentaba detenerse, resbalando con la alfombra bajo sus pies, cayendo sin remedio al suelo.
