Verdades Ocultas

Nueva Etapa

Camila's Pov

Me friccioné los brazos a causa del suave aire helado que se dejaba notar entre los árboles del parque, a pesar de llevar una chaqueta caliente. Sonreí agradecida al notar como Shawn posaba sobre mis hombros su propia chaqueta. Era extraño verme pasear con algún chico, sobretodo por la sobreprotección que mi padre Alejandro ejercía sobre mi persona. No estaba acostumbrada a estar a solas con un chico, pero era Shawn, y sabía que a mi padre, sobretodo, no le hacía mucha gracia, aunque bueno, ya tenía doce años, algo bueno tenía que tener crecer.

Shawn era mi vecino, habíamos ido juntos al mismo colegio en Seattle y ahora íbamos a ir juntos también al instituto. Sonreí un poco más al descubrir el por qué mi padre quizá me había dejado salir con Shawn. Lo conocía de toda la vida, y sabía que no iba a hacerme nada.

-Qu-quizá deberíamos volver.- Alcé una ceja y giré mi rostro, observando el suyo sonrojado.

-Pero si acabamos de llegar.

-Tienes frío. - Dijo sin mirarme. Suspiré, desde que habíamos salido de casa había abierto la boca solo para pronunciar monosílabos, y ahora que era capaz de formular una frase coherente me pedía que fuéramos a casa...

-Estoy bien, Shawn. Además, cualquier otra tarde, seguramente, tendremos el mismo problema, así, que qué mas da.- Rebatí.

-Supongo que tienes razón. - Susurró y se detuvo con la cabeza gacha, provocando que yo también lo hiciera. Fruncí el ceño y lo miré analíticamente, mirando su rostro.

-¿Qué sucede Shawn? Estás muy raro. - Frunció los labios y elevó la cabeza para mirarme. Respiró hondo.

-Yo...

Desde hacía varios meses que él se había distanciado de mi. Antes éramos uña y carne, siempre lo había considerado mi mejor amigo, pero un par de meses antes de acabar el colegio comenzó a comportarse conmigo de manera extraña, me evitaba a menudo y ya no volvía conmigo a casa...

-¿Tienes algún problema? - Negó con la cabeza.

-Es que... - Suspiró, mirándome a los ojos pero sin decir palabra. Parecía asustado.

-¿Qué Shawn? - Me estaba comenzando a poner realmente nerviosa.

-Tú... Camila... Tú... - Los colores de sus blancas mejillas subieron en un tono rojo carmesí.

-Yo... - Agachó de nuevo la mirada, casi me estaba desesperando su silencio.

-M-m-me... m-m-me... me gustas... - Murmuró en tono bajo, casi había sido un susurro pero lo había escuchado perfectamente.

Me quedé en mi lugar sin apartar la mirada de su rostro, el cual seguía rojo como un tomate y cabizbajo. Me había quedado sin saber qué decir, y no era para menos, pues a parte de no tener ninguna práctica en situaciones como esta, no se trataba de cualquier chico, sino de Shawn. Respiré hondo, intentando retener en mis pulmones todo el aire posible para soltarlo de golpe. Evidentemente él a mi no me gustaba, bueno como amigo, pero nada más. Había logrado verlo como a un hermano, pero para mí solo podía llegar a ser eso, ya era imposible verlo como algo más.

Me mordí el labio, pues mi inexperiencia con chicos era aterradora, aunque ¿qué experiencia iba a tener con tan solo 12 años? Sabía de algunas compañeras que ya habían comenzado a salir con chicos pero a mi ni siquiera se me había pasado por la cabeza. Shawn seguía parado, sin decir nada, seguramente, esperando a que yo dijera algo.