Deseo

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Lauren's Pov

-¿Entonces un mísero minuto? - Pregunté aterrorizada. Vero se rascó la barbilla y movió sus pupilas pensando, mientras yo me acobardaba más al respecto.

Sentadas sobre un muro del Campus, el primer día de clases después de Navidad, me atreví de una vez a hablar algo sobre ese tema que cada día me daba más miedo.

Había tenido la suerte de que la Navidad se acercaba y tendría que dejar de poner excusas absurdas para evitar lo que en realidad deseaba con tantas ganas. Aunque ella había vuelto conmigo, el hecho de que siempre hubiese alguien en mi casa o en la suya, ayudaba mucho a conseguir mi propósito.

Mi madre, mi padre y mi hermana no pudieron ocultar la inmensa felicidad que sentían cuando les informé que tenía novia y más cuando se enteraron de que la chica que me había robado el corazón era Camila, la hija del sheriff.

La reacción de Taylor se superó a cualquier otra que le hubiese visto antes. Simplemente mi hermana mayor se había vuelto loca, pero me encantaba verla con esa sonrisa gratificante que enmarcaba su rostro los días que estuve de vacaciones.

Aunque la reacción que tuve yo cuando Tay me contó que estaba empezando a salir con un chico tampoco pasó desapercibida para ella. Había salido ya un par de veces con el hijo de un famoso Pintor, Carlos y yo me sentía muy feliz de al fin mi hermana encontrase, a la que ella había definido, como su media naranja.

Por el contrario a toda mi familia Alejandro, mostró una actitud mucho más fría y distante el día que fui a casa de Camila a presentarme formalmente. Ella no dejaba de presionar mi mano, intentando transmitirme con aquel gesto de que ella estaba conmigo, pero la mirada de su padre era demasiado intimidante… Al contrario que Sinhu, quien me había hecho sentir como otra hija más, y eso que a penas la conocía.

Los días en casa habían sido perfectos; las navidades que siempre soñé las había vivido por fin con ella y no podía ser más feliz.

Todo entre nosotras era mucho mejor, habíamos hablado sobre muchos temas y cada día me daba cuenta y era más consciente del gran corazón de Camila y de la gran persona que disfrutaría por el resto de mi vida, si ella me lo permitía.

Solo había un pequeño problema que a veces derrumbaba toda mi felicidad y daba pie a la frustración, y precisamente, era el tema del que hablaba en esos instantes con Vero.

-Puede que menos, puede que más, eso depende de cada una de nosotras y de lo nerviosa que te encuentres. - Me explicó. Suspiré derrotada y la miré una vez más temiendo de ante mano la respuesta a la pregunta que se me acababa de ocurrir.

-¿Tú… hiciste que…?

-¡Oh, vamos Lauren! ¡Yo logré hacerlo la primera vez! ¿Cómo puedes dudarlo? - Elevé las cejas incrédula y después negué con la cabeza.

-Como me has dicho antes lo del minuto… - ella rió.

-Sí, bueno… pero no lo decía por mi, Lauren. - Dijo dejando de mirarme y sentándose mejor en un muro de piedra. Puse los ojos en blanco cuando me di cuenta de que no estaba diciéndome la verdad, ¿pero que podía esperar de ella? - ¿Entonces ya has salido de dudas? - Preguntó después de unos segundos.

-La verdad es que sigo tan o más asustada que antes. - ella soltó una carcajada. - No sé qué tengo que hacer…

-No es tan difícil, Lauren. Es algo más instintivo que racional.

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