Entre El Cielo Y El Infierno

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Lauren's Pov

-Solo déjate llevar, amor. - La piel se me erizó cuando la escuché murmurar aquel apelativo. Era la primera vez que me llamaba así. - No pienses en nada, solo siénteme y siéntete… Siéntenos.- Susurró, dejando escapar su aliento, hipnotizándome por completo cuando sus labios se apoderaron de los míos de nuevo, dejándome sin ninguna otra alternativa, más que corresponderle con la misma intensidad con la que ella lo estaba haciendo en ese momento.

Así como no podía dejar de besarla con aquella necesidad incesante, tampoco podía dejar de pensar en lo que haríamos; por más que intentaba concentrarme solo en ella, no podía dejar atrás aquellos pensamientos negativos.

Una de sus manos dejó de enredarse en mi cabello para dibujar el contorno de mi cuello suavemente. Sentí uno de sus dedos acariciar mi barbilla y no pude evitar jadear en su boca cuando sentí como seguía bajando hasta posarse en medio de mis pechos.

-Eres tan perfecta… - Susurró contra mis labios, logrando que un estremecimiento me invadiera por completo de nuevo.

Se quedó mirándome con aquel deseo palpitante en su mirada, provocando de esa manera, que me sintiese, cada vez  más húmeda. Solté una de mis manos de su cintura y como un acto reflejo la presioné en aquel lugar de mi cuerpo, intentando con aquel gesto aliviar un poco lo que sentía. No pude evitar cerrar los ojos, pero en seguida volví a abrirlos, cuando su mano retiró la mía y la sustituyó.

En ese mismo instante creí que iba a morir. Mi dulce y pequeña Camila me estaba haciendo sentir en el mismísimo infierno con aquella caricia, y eso que había tela de por medio. Subió sus manos al dobladillo de mi ropa para comenzar a quitarme la, mientras a mi me era imposible apartar la mirada de su rostro; aun no podía creer que fuera ella la que estuviese frente a mi, deseándome de aquella manera, amándome como siempre había soñado.

Cerré los ojos cuando sus manos acariciaron mi abdomen, subiendo por mis pechos, hasta deslizarlas por mis hombros para retirar mi camisa.

-No te preocupes por nada… - Murmuró haciendo que abriera mis ojos y separándose un momento para deshacerse de su camiseta.

Tragué saliva de manera dificultosa, intentando no llevar mi vista a aquel punto de su cuerpo. Sentía que si lo hacía explotaría de inmediato y lo arruinaría todo, así que seguí observando su rostro, adornado con un precioso rubor. Noté como se deshacía también de su sujetador y apreté los dientes; ella se mordió el labio acercándose un poco más a mi.

-Lauren, mírame, por favor… - Tomo mi mano con una de las suyas y la elevó hasta posarla suavemente sobre uno de sus pechos. Sentía que me estaba mareando a causa de la fuerte respiración.

El pálpito de mi intimidad se convirtió en algo vibrante y sabía lo que significaba; apreté los dientes al sentir como ella misma presionaba mi mano en su seno, sintiendo su pezón endurecido y no pude soportarlo más; apreté los ojos al sentir como mi liberación llegaba.

Abrí los ojos lentamente encontrándome su rostro más cerca que hacía dos segundos y rozó sus labios con los míos. Sentí en aquel momento un calor incesante en mi rostro y adiviné que seguramente me había ruborizado.

-¿Ha pasado algo ahí abajo? - Preguntó sobre mis labios dejando transparentar una sonrisa, ese gesto me hizo sentir más avergonzada y por eso me retiré. ¿Cómo iba a conseguir que ella disfrutara si yo no era capaz de controlarme?

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