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Lauren's Pov

-Pero, ¿por qué no quieres que sepa quien eres? - Preguntó Vero en cuanto llegamos a clase.

-No quiero que vuelva a sentir lástima por mi, no quiero volver a ser aquella niña de antes para ella, Vero ¿es que no lo entiendes?

-No lo vas a ser, ¿acaso no te ha bastado darte cuenta de la cantidad de personas del instituto que cambiaron de opinión en cuanto cambiaste?

-Ella no es igual a todas ellas, es diferente... y no quiero que sepa quien soy, por favor. Me las pagarás como Mani se vaya de la lengua y le diga que me llamo Lauren. - Suspiré y tapé mi cara con mis manos, después me acordé de algo. - Oye. - Dije cortante.

-¿Qué?

-¿Qué le estabas diciendo para que se riera tanto? - Se quedó pensativa.

-Oh, nada... simplemente le contaba chistes. - Elevé una ceja.

-¿De esos que sueles contar habitualmente? - Ella se limitó a asentir.- ¡Pero si son terribles!

-Pues a ella parecen gustarle.- Respondió picada.

- Me he dado cuenta. - Me callé, intentando tragarme la pregunta que tenía preparada pero mi curiosidad pudo más. - ¿Hay segundas intenciones? - Vero me miró elevando una ceja.

-Por supuesto que no, solo intento ganarme su confianza para informarme. Recuerda que me dijiste que...

-No... - Contesté antes de que acabara. - No voy a hacer nada con ella.

-Pero ¿por qué? - Preguntó un poco desesperada.

-Para empezar ya le he mentido, le he dicho que me llamo Michelle.

-Ese es tu segundo nombre. - Puse los ojos en blanco, aunque tenía razón no le había mentido del todo, solo había intentado hacerle creer que era una persona diferente. Patética.

-Vamos a dejar el tema.

Al menos ella no insistió más y simplemente se encogió de hombros. Como cada día las clases pasaron lentas, aunque interesantes a mi parecer. Si había algo que me había gustado desde siempre había sido la literatura. Agradecí mucho que ella no volviera a tocar el tema de Camila, pues ya tenía suficiente con el constante remordimiento que sentía por haberle dicho mi segundo nombre con el objetivo claro de engañarla.

Entré a la biblioteca y me dirigí a la sección de clásicos para buscar algún libro que me entretuviese, ya que tenía una hora libre. Vero había quedado con su amiga , la que sabía por fin que había pasado la noche con ella y yo había decidido entretenerme con lo que mejor se me daba y como no tenía mis libros a mano en ese momento, acudí a la biblioteca. Con el libro de "Orgullo y prejuicio", comencé a caminar hacia una de las mesas. Lo había leído tantas veces, que sabía que muchos de los fragmentos podría recitarlos sin siquiera tener el libro entre las manos, pero me gustaba leer, no podía hacer nada ante eso.

Escuché murmuros claramente procedente de unas chicas, cerca de donde me había instalado y abriendo el libro por el capítulo XXIII , levanté la cabeza, queriendo saber quienes eran las posibles responsables de romper el silencio absoluto de la biblioteca. Entonces me quedé estática. Ahí estaba ella, mirándome con un precioso y discreto rubor en sus mejillas. Sentí como mi respiración aumentó considerablemente, todavía más, cuando ella alzó su mano y la agitó, saludándome.

Verdades Ocultas Where stories live. Discover now