Impulsos

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Lauren's Pov

-¿A las 6 y media en el mismo lugar? - Preguntó al despedirse de mi. Estábamos muy cerca y me perdía cuando observaba aquellos labios que habían besado los míos hacía tan solo dos días frente a la puerta de su habitación. Sonreí.

-No, te dije que te pasaría a buscar ¿recuerdas? - Ella sonrió mordiéndose el labio y dejándome en un estado completamente perdida.

Si hubiese sido valiente… si aquella maldita inseguridad que últimamente me molestaba tanto se hubiese ido de vacaciones, hubiese acortado los pocos centímetros que nos separaban y la habría besado. Asintió con decisión y eso me hizo sentir muy bien.

Había sentido el impulso, había sentido la energía del suyo absorberme, pero era superior a mi y lo único que podía hacer era quedárme observando como una idiota, bebiendo aquel color chocolate que tenía el poder de hechizarme.

Dejó de morderse el labio mirando hacia abajo y cuando me deleité observando como las comisuras de sus labios se alzaban levemente en una sonrisa tímida no pude evitar hacer lo mismo.

-Me parece perfecto. - Contestó casi en un susurro.

Nuestras miradas conectaron de tal manera que sentí la necesidad de transmitirle con algún gesto lo que ella provocaba en mi cada vez que me miraba de esa forma. No quise pensar e ignoré la inseguridad que había sentido hacía pocos minutos. Alcé mi mano titubeante y la posé suavemente sobre la piel de su mejilla sintiendo la calidez y la suavidad que desprendía. No pude evitar suspirar cuando vi como ella cerraba sus enormes párpados.

Me sentí mucho mejor así, notando como ella reaccionaba favorable a mi gesto. Miré de nuevo sus labios y quise besarlos, quise sentir otra vez la textura de ellos al deslizarse sobre los míos, la calidez que desprendían, el aroma de su dulce aliento acariciando mi rostro.

A medida que aquella idea iba cobrando fuerza en mi mente mi respiración se agitaba de igual manera, lo iba a hacer… Tenía que dejar atrás toda inseguridad si quería conseguir algo con Camila. No podía pretender que ella hiciese todo el trabajo, el amor era cosa de dos y yo… yo ya me encontraba perdidamente enamorada de Camila Cabello.

Pero para tener el derecho a hacer algo así primero debía hacer algo más importante y era contarle toda la verdad, aquella que hasta ese mismo día seguía callándome. Apoyé mi frente en la suya e intenté recobrar mi respiración.

-Nos vemos luego. - Murmuré

-Sí. - Dijo simplemente en un murmullo.

Se separó un poco de mi para hipnotizarme con su mirada, aquella que se clavaba sin piedad en la mía sin mi permiso, pero lejos de no agradarme, me encantaba. Sus ojos miraron mis labios y sentí de nuevo mi respiración acelerada, al igual que mi corazón, cuando sus labios presionaron los míos sintiendo aquella descarga eléctrica cruzar los míos y recorrer mi cuerpo hasta alojarse en mi estómago.

Cómo el sábado, no pude evitar estrecharla contra mí, olvidándome de que no estábamos solas, olvidándome de que le estaba ocultando quien era de verdad porque en ese momento no sabía ni quién era, olvidándome de todo… solo existíamos nosotras dos, mis manos acariciando su espalda y su cintura, sus pequeños estremecimientos por mi toque, sus labios cálidos adueñándose de los míos y volví a responder a su intensidad cuando sus labios se abrieron, sintiendo la calidez de su lengua.

Si con el primer beso creí sentirme en el cielo, ahora me encontraba en el paraíso, ¿iba a ser siempre así? ¿Sentiría siempre que ella me besara aquellas cosquillas que atormentaban a mi estómago y que me hacían sentir así de extraña?

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