Libre

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Lauren's Pov


-¿A las 5? ¿Habrás descansado?

-Sí, sí. Creo que entre antes nos veamos es mejor, además supongo que no podré descansar bien hasta hablar contigo.

Fruncí el ceño. Camila había estado extraña desde hacía dos días, el primero de ellos casi ni me habló y el frío tono de su voz hizo que mi alarma se encendiese de inmediato. ¿Sabría ella quien era yo, ya? Todo apuntaba a que sí, y más cuando dejaba escapar aquellas palabras "hablar contigo" de manera tan seria.

-Cómo prefieras, pasaré a recogerte a…

-No, no es necesario. - Me cortó. - Iré a verte, creo que lo mejor es que hablemos a solas, no necesito interrupciones de ningún tipo. - Sentí aún más miedo.

-Bien, entonces… - Contesté sin poder decir nada más. Su tono de voz no me lo permitía. -Aquí te espero.

-Hasta luego.

Pulsé el botón de colgar y metí las manos en los bolsillos de mi pantalón, con el teléfono incluido. Tenía tantas ganas de verla como de descubrir de una vez por todas que Michelle era mi segundo nombre, que le había estado ocultando que la conocía y que ella me conocía a mi… pero su comportamiento en ocasiones como esa misma, después de hablar con ella, me acobardaba. Estábamos tan bien antes de que se fuera que no quería volver a la realidad…

-Tierra llamando a Lauren ¿Problemas en el paraíso? - Me giré y mojé mis labios antes de avanzar hasta Vero y sentarme en el sofá.

-Creo que lo sabe.

-Te ahorra el trabajo.- Dijo sonriendo.

-No estoy para bromas…

-Al menos ya no te quedan dudas de que Lucy te estaba mintiendo. - Le lancé una mirada incrédula.

-Jamás dudé en eso, si un caso fuiste tú quien no lo tenía claro. - Vi como ella ponía los ojos en blanco.

Lucy no había vuelto a molestarme con aquel tema que me expuso en el bar, sin embargo siempre que nos cruzábamos en clase me lanzaba miradas llenas de venganza que lo primero que me hacían pensar era que ella destruiría las pocas esperanzas que tenía de que Camila pudiese perdonarme después de saber la verdad.

-Tengo hambre… ¿comemos? - Comentó Vero.

-Haz lo que quieras, a mi se me han quitado las ganas de comer.

-Estupendo.

Tenía un nudo en el estómago que me impedía ingerir cualquier tipo de sustancia. Tenía la boca seca y constantemente me mojaba los labios… Algo me decía que todo iba a ir mal y que ya había perdido a Camila por estúpida e imbécil.

Me tumbé en el sofá, esa noche no había dormido muy bien pues no podía dejar de pensar en que al día siguiente volvería a ver a Camila. Intenté relajarme y dejar de pensar en lo que pasaría después de un rato mirando la televisión, pero era casi imposible prestarle atención sabiendo que en unas horas quizá todo se acabaría.

Porque tenía que ser consciente de ello, Camila no tendría por qué tomarse bien lo que hice… y yo tendría que aceptarlo sin rechistar.

Verdades Ocultas Where stories live. Discover now