Añoranza

1.7K 113 4
                                    


Lauren's Pov

-Te quiero. - Murmuré sobre su rostro, acunándolo con mis manos.

No podía creer que mi sueño se hubiese hecho por fin realidad, que su cuerpo descansara sobre la hierba del Campus boca arriba, mientras el mío se posicionaba sobre el suyo amoldándose a cada una de sus curvas a pesar de la ropa que llevábamos, sintiéndola tan frágil y tan preciosa…

Pero sus ojos achocolatados se abrieron en respuesta, y su expresión dulce se transformó en otra totalmente diferente, la cual solo se podía asemejar al asco y al desprecio. Con el ceño fruncido me alejé un poco de ella.

-¿Qué sucede? - Pregunté confusa.

Decidí sentarme sobre el manto verde y mullido cuando con una de sus manos me empujó e hizo el amago de querer apartarme. Miró fíjamente la hierba durante unos segundos y después clavó su dura mirada en la mía, haciéndome sentir pequeña, muy pequeña e insignificante.

-Yo no te quiero, Lauren. - Al escuchar mi nombre el corazón me bombeó con fuerza y sentí como el color de mi rostro se esfumaba observando aún su mirada clavada en la mía, con aquella actitud tan diferente a la que me tenía acostumbrada…

Ella sabía quién era, ella se lo había callado, pero entonces ¿por qué no me había dicho nada antes? ¿por qué había tenido la certeza de que cuando estábamos juntas nos complementábamos completamente? Me hacía sentir que yo para ella significaba lo mismo que ella para mi. Habíamos estado allí acostadas perdiéndonos entre caricias y besos, me había sentido completamente en el cielo simplemente estando en su compañía. ¿Por qué cuando me había decidido a confesarle mis sentimientos, los cuales ella ya debía haber notado, me rechazaba de esa manera?

-Se acabó. - Sentenció, levantándose y alejándose, dejándome allí, rota y sin saber qué hacer.

Flexioné mis rodillas, pero por más que quería levantarme para correr tras ella y detenerla para que me diese una explicación, mi cuerpo no me respondía. Clavé mis codos en mis rodillas, y la impotencia por no poder hacer otra cosa más que quedarme allí sentada, provocó que la ansiedad terminase desgarrando mi pecho.

***

Un sonido molesto y estridente me distrajo por un segundo y me di cuenta que solo había sido un sueño y que aquel sonido era mi despertador, que como cada mañana, me despertaba con su "mejor" melodía. Suspiré secándome las lágrimas que aquel sueño había provocado y que por alguna extraña razón se negaban a desaparecer, después de apagarlo.

La imagen de Camila despidiéndose de mi volvió a cruzar mi mente, como hacía ya dos mañanas. Era imposible no sentirme culpable de nuevo por haberla dejado ir sin contarle la verdad, ¿pero como iba a hacerlo? Quería hablar con ella cuando estuviésemos tranquilas, sin ningún tipo de prisa…

Me senté en la cama frotándome el cabello y sintiendo un dolor punzante en mis sienes, parecía que había dormido muy poco y bien sabía yo cuánto me había costado conciliar el sueño la noche anterior, pensando en qué estaría haciendo, en cómo estaría su padre, en si debería llamarla…

Descalza me dirigí hacia la ducha quitándome la ropa por el camino, necesitaba relajarme un poco.

Tenía sueños de ese tipo desde hacía varios días, pero jamás me había despertado con tal nivel de ansiedad y sintiéndome tan culpable, aunque sí que cada día me sentía un poquito más así. Dejando que el agua calmase la tensión con la que me había despertado me encontré con el lazo rojo que adornaba mi muñeca.

Verdades Ocultas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora