Sin Limitaciones

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Lauren's Pov


-¿El café? ¿Y qué tiene de especial? - Preguntó abrazándome más.

Nos encontrábamos acostadas en mi cama; después de dos intensas semanas de exámenes, por fin podíamos disfrutar de un tiempo solas. Me miró a los ojos, dejando de juguetear con los dedos de mis manos y me sonrió.

-Mucho, es el color de tus ojos. - Respondí, provocando que al instante naciera en su rostro una sonrisa mucho más grande y placentera.

Elevé mi mano hasta posarla en su mejilla para acariciarla sin dejar de mirarla. Aún parecía estar soñando; en ocasiones era muy difícil ser consciente de que estaba frente a ella, como en ese mismo instante, observando como me miraba con aquellos sentimientos latentes que me hacían sentir cada día mejor y sin con los que ya corría el riesgo de morir.

Su mano se posó sobre la mía y cerró los ojos guiándola hasta sus labios, disfrutando del roce de mi piel sobre la suya, del mismo modo que yo me deleitaba con la seda de la suya. En momentos así, era cuando deseaba que el mundo se detuviese, para disfrutar más de esas pequeñas pero intensas sensaciones que ya mi cuerpo concebía como dosis diarias.

-Vamos a llegar tarde. - Musitó. - Pero no quiero salir, quiero quedarme así. - Dijo abrazándome fuerte, escondiendo su rostro en el hueco de mi cuello. Reí entre dientes, yo tampoco deseaba apartarme de su lado, pero le había dado mi palabra a Vero de que iríamos a comer.

-Yo creo que no pasa nada si llegamos... diez minutos tarde... - Murmuré sobre la piel de su mejilla, dejando escapar una sonrisa. - O quince... - Sonreí más cuando noté como su respiración se agitaba en el momento en el que la punta de mi nariz se deslizó por su cuello.

-Lauren... - Dijo en un suspiro.

Mi mano dibujó el contorno de su cintura sobre el jersey rojo que llevaba puesto y sentí su mano en mi seno derecho.

-¿No podía haber organizado esa comida mañana... o pasado? - Preguntó, acariciando mi espalda hasta llegar a mi cuello, provocando que sintiera un estremecimiento.

-Estaba muy entusiasmada con la idea de juntarnos por fin. - Contesté besando sus labios.

-¡Ah! Cierto... - Dijo sonriendo, rozando nuestros labios en el acto. - Aun no habíamos estado juntas con Keana presente.- Contestó dándome un castro beso. -Me sorprende su cambio - Me encogí de hombros, llevando mi mano hasta su cuello, apartándome un poco más de su rostro para observarla.

-Eso es porque no conociste a Vero enamorada, aun intenta parecer indomable... - Besé su sien, ella suspiró, mirando hacia mi mesita de noche en la cual descansaba un reloj.

-Creo que deberíamos salir... - Suspiré y me acerqué para besar sus labios una vez más.

No tardamos mucho en arreglarnos, simplemente habíamos estado relajadas, recostadas en la cama, hablando sobre lo bien que lo íbamos a pasar los próximos tres días libres, hasta que toda la universidad acabase los exámenes. Cierto era que necesitaba un tiempo así con Camila, sin pensar en algo que tuviera que ver con la carrera, realmente nos habíamos distraído algo y al final se nos había echado un poco encima todo.

Cerré la puerta de mi habitación y rodeé con mi brazo sus hombros, cuando ella rodeó mi cintura con el suyo, atrayéndonos mutuamente.

-Pronto volveremos a la rutina- Comentó, mientras caminábamos hacia el café dónde tuvimos nuestra primera cita.

-Sí...

-¿Has visto a Lucy en alguno de los exámenes? - Fruncí el ceño.

-La verdad es que no...

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