Fᴀᴏᴜᴢɪᴀ ﹣ Tʜᴇ ʀᴏᴀᴅ
Los peores días del mes es cuando me pongo con el periodo, por lo que me he llevado toda la mañana en la cama en posición fetal y ahora estoy terminando de limpiar la cocina después de hacer de comer.
La familia West es amable con nosotras. Nos tratan bien, aunque Nancy o como Leo y Diego la llamaban "monito" no había dejado de incordiarme. Ella siempre me miraba mal y ahora estaba limpiando el zumo que había derramado en el suelo sin querer.
Betty está haciendo la colada y miro a Nancy, que está sentada en la silla de la cocina y mueve sus pies de delante hacia atrás con una sonrisa inocente en su rostro.
— ¿No quieres ir a jugar con las cabras? —Le pregunto levantándome del suelo después de limpiar lo que ha ensuciado.
— Es más entretenido verte limpiar.
Le sonrío y me giro porque es repelente y no me cae bien. Sí, tiene unos cinco años y me está comiendo terreno, pero no puedo hacer otra cosa que callarme porque no tengo nada de autoridad sobre ella; ni siquiera soy realmente su prima.
— ¿Por qué estáis aquí? —Me pregunta.
— Créeme, me pregunto lo mismo —murmuro volviendo a fregar.
— ¿Y cuándo os vais?
— Pronto.
— ¿Cuándo es pronto?
— Cuando dejes de hacerme preguntas.
Ella se calla por un momento y solo se escucha la radio que tiene encendida la abuela en el salón. Ella tiene muchos dolores en las piernas y le cuesta mucho moverse. Es muy mayor y pasa la mayor parte del tiempo sentada escuchando la radio.
— ¿Por qué vas así vestida?
Su voz de pito está incordiándome de sobremanera y pienso que lo mejor es ignorarla. ¿No tiene nada que hacer? ¿Jugar? ¿Pintar? ¿Correr detrás de las gallinas?
— Pareces una vagabunda.
— Es mi ropa, ¿no le queda bien? —La voz de Leo hace que mire hacia la puerta y lo veo apoyado en el quicio con sus brazos cruzados.
— Te queda mejor a ti —responde la niña.
Sigo llevando sus pantalones y alterno las camisetas entre él y Diego, aunque siempre intento lavarlas ese mismo día y ponerlas a secar. No quiero abusar porque ellos también tienen que vestirse.
Si lo hubiera sabido, hubiera venido preparada.
— ¿Tú crees? —Él pasa su vista por todo mi cuerpo y me pongo tan nerviosa que se me resbala el plato de mis manos haciendo que el agua que hay en el fregadero me salpique.
— ¡Claro que sí! —Exclama la niña.
— ¿Por qué no vas a ver a Diego? Creo que ha encontrado un montón de caracoles.
Miro hacia atrás para ver a Nancy saltar de la silla y salir, por fin, corriendo de la cocina. Un suspiro de alivio se escapa de entre mis labios y aprieto la bayeta entre mis dedos para enjuagarla.
— A veces es un poco pesada —me dice abriendo la nevera.
No contesto y paso la bayeta por la encimera después de echar el producto para limpiar toda la superficie. Miro de reojo a Leo, que se ha abierto una cerveza y está apoyado en la nevera mirándome. Odio que haga eso porque me pone nerviosa.
YOU ARE READING
[Saga West] RAMÉ #1 [YA EN AMAZON]
Teen FictionLa granja West no era dónde las hermanas Haley planeaban pasar un caluroso verano. Su madre había conocido al que parecía ser el hombre de su vida y ahora estaban atrapadas en un pequeño pueblo de Texas junto a dos gemelos sexys. Ese verano, algo pr...