8; Bambi

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Mᴏʀᴀᴛ﹐ Aɪᴛᴀɴᴀ ﹣ Mᴀ́s ᴅᴇ ʟᴏ ϙᴜᴇ ᴀᴘᴏsᴛᴇ́


Tengo tanto odio y dolor en mi corazón que ni siquiera puedo mirar a Leo sin el ceño fruncido. Aún me duele como si me estuvieran apretando el corazón para sacármelo del pecho y aún tengo ganas de llorar, pero no de tristeza, sino de rabia.

De rabia porque el pretende hacer que nada ha cambiado, que seguimos siendo los mismos, pero no, nada es igual. Mi corazón no es el mismo y mi cerebro grita que vuelva a California porque quizás puedo cometer una locura.

Y no me refiero a caer de nuevo en sus brazos, me refiero a coger la pala con la que Jack está recogiendo excrementos y darle un golpe en la cabeza.

Ni siquiera puedo dormir bien por las noches porque todo lo que me hizo se revive en mi cabeza una y otra vez como la pegadiza canción de un anuncio.

Ojalá pudiera hacerle comer el papel con su "lo siento".

— ¿Estás bien? —Me pregunta Jack.

— Sí, todo bien —continúo con mis tareas porque me había quedado mirando a un punto fijo.

Con Zev bien, es simpático, atento y divertido. Me lo paso bien con él pero no tengo ganas de conocer a nadie. No quiero conocer a ningún chico porque aún no he superado lo de Leo y no me deja ver más allá.

Tampoco quiero engancharme a nadie más y que al final patée mi corazón como si fuera una pelota.

Porque no lo soy, y Leo ha jugado conmigo como ha querido. ¿Le gustaba realmente? Lo dudo ahora.

Simplemente quería acostarse con alguien y yo estaba allí para él, deseando.

Bambi Haley es tonta y no tiene remedio. Ha dejado que un chico juegue con ella cuando se prometió que nunca iba a dejar que eso pasara.

— ¿Qué tal con ese chico, Zev?

Suspiro pesadamente y me encojo de hombros. Quizás si lloro otra vez se me quite el pellizco que tengo en mi pecho.

— Es agradable —respondo.

— ¿Te trata bien?

— Sí, pero no me quiero casar con él.

Jack suelta una carcajada y yo tengo que apoyarme en la valla porque estoy realmente cansada y a punto de empezar a chillar. Sólo espero que a Leo le llegue el karma, en serio, es lo único que pido.

— No te he preguntado tal cosa. ¿Rollo de verano?

— De rodeo más bien.

Pienso irme de aquí en cuánto el rodeo acabe. No quiero estar aquí si Leo está. Pero irme sería dejar que él ganara y no puede ganar esta vez.

No me gusta la gente que juega con los sentimientos de otra como si no tuvieran, como si fueran de piedra.

Nadie es de piedra y todo duele. Una mala palabra, un comentario o que jueguen contigo, oh sí, eso duele y bastante porque estuve llorando en el suelo de su habitación como si me hubiesen arrancado el corazón del pecho cuando aún lo tengo aquí y está latiendo.

¿La venganza es la solución en estas ocasiones? ¿Debería causarle a Leo dolor para que sepa cómo me sentí?

Dudo que Leo incluso tenga sentimientos por mi, por lo tanto, nada de lo que haga le dolerá.

— Toma, bebe —miro a Jack, que tiene una botella de agua en sus manos y la acepto.

— Gracias.

[Saga West] RAMÉ #1 [YA EN AMAZON] Where stories live. Discover now