20; Bambi

18.4K 1.5K 260
                                    

Papá está en el sofá, recuperándose. Hace unos días que volvió a casa después de estar semanas en el hospital y Bárbara sigue aquí.

Ambas lo ayudamos en todo lo que podemos y... Todo va bien, sobre todo porque ya hemos conocido a una amiga especial que tiene, ya que ha venido a visitarlo.

Estoy arreglada, con un vestido negro de tirantes corto y mis sandalias negras altas. Me cuelgo el bolso y papá me mira.

— ¿Dónde vas?

— He quedado.

— ¿Con quién?

Junto mis labios en una fina línea y miro hacia la puerta, deseando escapar, pero sé, que debo enfrentarme ahora y no dejarlo para después.

— Papá... —Él me mira, alzando una ceja— El marido de mamá tiene dos hijos, ¿no?

— Sí, aunque no sé si quiero saber ahora.

— Estoy en algo con Leo, por eso mamá se enfadó conmigo y me dijo cosas hirientes —hablo rápido—. No elijo quién me gusta, papá, de verdad que no. Y él siente lo mismo y...

— Vale, vale, ve —mueve su mano hacia la puerta—. No quiero saberlo, ten cuidado.

— Mejor, te quiero —me despido mientras corro hacia la puerta.

Me quedo parada y antes de salir, me giro. Él me mira y me acerco a él.

— ¿Crees que estamos haciendo algo malo?

— No lo sé, Bambi, aún estoy procesando tu vomito de palabras. No sé si puedo opinar porque no sabría cómo reaccionaría.

Junto mis labios en una fina línea y miro mis dedos, que están entrelazados. Sé que no es fácil de procesar, y yo no soy la mejor contando situaciones así. Quizás debería ensayar antes de contar algo para que a alguien no le dé una embolia mental.

— ¿Él está esperándote?

— Sí.

— Hablaremos mañana de esto, ten cuidado.

Asiento y no tardo en estar fuera de casa. Bárbara lo aceptó, aunque estaba más molesta porque no le había contado nada. "Pensé que confiabas en mí, me quedé en shock", pero ella no me contó lo de Charlie, así que estamos en paz.

Suspiro pesadamente mientras bajo en el ascensor y me acomodo de nuevo el pelo. Aún mi corazón bombea acelerado al pensar en la palabra "cita". He estado en muchos momentos a solas con Leo, pero jamás hemos llamado cita a algo, y ponerle nombre...

Las puertas del ascensor se abren y no tardo en estar en la calle. Leo está allí, frente al portal, tan guapo como siempre y yo estoy parada frente a él, dándole una última oportunidad para poder arreglar todo esto.

La última.

— Hola —me saluda.

— Hola.

Me acerco a él y le doy un pequeño abrazo antes de separarme.

— ¿Dónde vamos a ir? —Le pregunto.

— Pensé que serías tú quien me enseñara la ciudad —mete las manos en los bolsillos de sus pantalones.

— Oh, es cierto —me río un poco.

Leo no deja de mirarme y admito que me está poniendo un poco nerviosa. Alzo mis cejas esperando que diga algo o que me haga su camino al coche pero no hace nada.

— Estás preciosa.

Las comisuras de mis labios se estiran en una sonrisa y ladeo mi cabeza intentando no sonreír demasiado, aunque no puedo evitarlo.

[Saga West] RAMÉ #1 [YA EN AMAZON] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora