CAPÍTULO 10. FIESTA

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Harry pasó los tres días siguientes conmocionado por lo sucedido en el vestuario de Slytherin. Aún recordaba con claridad el cuerpo esculpido y ligeramente musculado de Malfoy y sobre todo su bulto erecto a pocos centímetros de su abdomen. Inevitablemente había sido testigo de esa escena y como consecuencia estaba tratando de darle una explicación. De adolescente, a él también se le había puesto el pene erecto sin ningún motivo alguna vez. ¿Quizás el estrés de la situación le había jugado una mala pasada a Malfoy? ¿Era posible que el estrés pudiera causar "eso"? En cualquier caso, sabía que en la biblioteca no iba a encontrar ninguna información sobre miembros empalmados y tampoco era un tema sobre el que quisiera hablar con Hermione. Ella siempre tenía respuesta a todo, pero prefería continuar en la ignorancia antes que hablar sobre el pene de Draco Malfoy con su amiga.

El martes por la mañana durante la clase de Historia de la Magia, un montón de aviones de papel sobrevolaba la clase cada vez que el profesor Binns les daba la espalda para escribir en la pizarra. Ron recibió uno de los aviones enviado por Paul Fulton, un alumno de Ravenclaw. Lo desdobló y entre Hermione y él leyeron el mensaje que había escrito. Después se lo pasaron a Harry.

Fiesta de disfraces Sáb 27, Sala de los Menesteres 22:00h.

Estimados compañeros de séptimo de todas las casas. Como somos los mayores del colegio y para desestresarnos de los exámenes de ÉXTASIS, he pedido permiso a la directora McGonagall para realizar una fiesta de disfraces el próximo sábado. Tendrá lugar en la Sala de los Menesteres a las 22:00. Como ya he mencionado, es una fiesta de disfraces, pero no se permitirá ningún tipo de poción multijugos para cambiar vuestro aspecto, así que sed creativos. Pasad el mensaje a todos los de séptimo curso, nos vemos el sábado.

Fdo.: Winona Leung,

Prefecta de Hufflepuff

— ¿Vais a ir? — preguntó Harry a sus amigos al finalizar la clase, mientras recogían los libros y las plumas.

— Claro —dijo Hermione—. Será una buena manera de desestresarnos. Ron y yo hemos estado estudiando mucho.

A Harry se le descompuso un poco el cuerpo sabiendo que Ron y Hermione hacían algo más que estudiar en su tiempo libre.

—¿Tú no quieres ir? —Ron le miró confundido.

— No sé. Tampoco tengo ningún disfraz que ponerme —respondió Harry encogiéndose de hombros—. Y tengo cero creatividad.

—Por eso no te preocupes — dijo Hermione con voz animada guiñándole un ojo a su amigo—. Tengo pensado el disfraz perfecto para ti.

***

Harry y Ron se encontraban en su dormitorio poniéndose sus disfraces. Al final también se había animado a ir a la fiesta, aunque se estaba arrepintiendo un poco al verse en el espejo. Harry llevaba puestos unos pantalones de chándal de algodón de color negro que se ceñían en el tobillo y unas deportivas negras del mismo color. Como los pantalones se los había prestado Ron, le quedaban ligeramente grandes de la cintura haciendo que el elástico de los boxers asomara por encima. Aquello le molestaba ligeramente pero tampoco era tan grave ya que estaban cubiertos por una inmensa capa negra estilo poncho que le colgaba por brazos y piernas hasta casi rozar el suelo. En un primer momento había añadido una camiseta al disfraz pero después había decidido quitársela porque le daba demasiado calor. Sin embargo, no había podido prescindir de la agobiante capucha negra que cubría su cabeza incluyendo parte de su cara porque sin ella el disfraz no tenía sentido.

No sabía en qué momento a Hermione le había parecido que el disfraz de dementor era el perfecto para Harry. Si  no fuera porque conocía bien a su amiga, pensaría que se estaba burlando de él. Igualmente no tenía otra cosa mejor que ponerse por lo que había accedido a ello. Escuchó una risita por parte de Ron y se giró para verlo.

SIN PRISA PERO SIN PAUSA (Drarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora