Meant to Be [Jailey]

27

***

Acomodé mi vestido conforme iba bajando las escaleras, aquel sujeto se encontraba detrás mío y luego de lo que pasó en mi habitación solo dijimos palabras tontas como invitados, reunión y bajar.

Mi mamá nos recibió con una sonrisa de oreja a oreja. Si, definitivamente hablaría con ella luego, no sé en qué estaba pensando.

— Hailey, preciosa —dijeron a mis espaldas

— Hola Pattie, Jeremy —saludé dándoles un beso en la mejilla por igual

La primera luego me jaló para darme un cálido abrazo, sabía que significaba tal acción, era a raíz de lo sucedido con su hijo.

Me separé de ella y les regalé una sonrisa a ambos, alejándome de ellos me dirigí a saludar a más amigos de mis padres, incluyendo a sus hijos.

— ¿Todo bien? —pregunto mi padre cuando me alcanzó en la salida al jardín

Asentí.

— ¿Qué hacían Justin en tu habitación? ¿Te hizo algo?

Reí fuertemente ante su preocupación.

— No, solo quiso darme el alcance. Puedes estar tranquilo

Arqueó su ceja y me alcanzó un vaso con Sprite.

— Si vas a beber, con moderación ¿de acuerdo? —me guiñó un ojo y fue con sus amigos

Me senté en uno de los sillones del patio y comencé a chequear mi celular. No es que estuviera aburrida pero...

— Eres Hailey ¿cierto?

Levanté mi mirada para encontrarme a un pelinegro rizado.

— Emm si ¿tu eres...?

— Lucas. Tu y yo solíamos jugar de niños en mi casa —comentó — tu mamá y la mía son muy amigas desde la infancia

— ¡Oh! —exclamé — Lucas White

— Exactamente

— Aw que bueno verte —lo observé — sí que has cambiado

No calculé cuánto tiempo estuve poniéndome al día con Lucas, que nos llamaron para la cena y antes de tomar asiento en la mesa nuestras madres nos sacaron una fotografía.

— Es grato saber que tenemos unos amigos maravillosos como ustedes —todos comenzaron a aplaudir — y estamos muy agradecidos de que nos estén acompañando esta noche. Saben que los Baldwin somos maestros de la cocina —comenzamos a reír — o algo así, pero hicimos nuestro mayor esfuerzo para prepararles este platillo así que disfrútenlo —cogió su copa — y lo más importante ¡salud!

— ¡Salud! —exclamaron todos

Los adultos se encontraban al lado izquierdo de la mesa, mientras que nosotros al lado contrario. Éramos cinco jóvenes de los cuales sólo conocía a Justin y a Lucas, habían dos chicas que eran gemelas, la única diferencia era que una se le trepaba a Justin y la otra solo comía tranquila.

— Oye ¿quisieras ir a tomar un helado algún día de estos? —me preguntó el pelinegro mientras salíamos al patio de nuevo

— Claro —sonreí

Me distraje por mirar a Justin un solo segundo, estaba a unos metros alejados de nosotros junto con la chica que mencioné. Reí por su cara de incomodidad combinada con una de pocos amigos.

Vi mi teléfono celular, recién eran las 10:30 p.m. Las risas con Lucas no paraban y mi mamá ya había puesto música, así que los invitados no duraron en pararse a bailar.

— ¿Me disculpas un momento? —me dijo acercándose a mi oído por la bulla

— Si, tranquilo

Vi cómo desaparecía en el interior de la casa, así que aproveché y me metí a la cocina pata servirme mi respectiva bebida alcohólica. Aunque ya había tomado vino en la cena y no me gustaba mucho el alcohol, parecía necesario.

— Entonces... ¿te diviertes?

Me sobresalté al escucharlo hablar.

— ¡Deja de hacer eso!

— Ay vamos —rodó los ojos — con esta son dos veces y por cierto, ¿a dónde fue tu cita?

— ¿Qué? ¿Celoso? —me burlé — lo mismo debería preguntarte a ti. ¿La señorita manos melosas ya se cansó?

Rió ante mi comentario.

— ¿Huele a celos?

— Puedes hacer con tu vida lo que se te de la gana, Justin