CAPÍTULO QUINCE

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LA FIESTA: PARTE DOS 



Belial entendía el enojo de Keera. 

Lo entendía y era totalmente culpable de aquello, no por el hecho de que él hubiera elegido aquel vestido, que no lo había hecho, sino por dejar que alguien más se encargara de aquello.

Ese había sido su error y era totalmente culpable. 

Como si Jana no fuera lo suficientemente rencorosa como para haber metido las narices en aquello y haberle hecho llegar a Keera aquel vestido luego de que su tributo la hubiera humillado frente a una mesa llena de lobos de alto rango. 

La cuestión era que Keera estaba enojada y no podía culparla, él mismo había visto su reacción cuando apenas si había rozado aquellas cicatrices. 

Así que cuando prácticamente lo había mandado al carajo, había sido con razón, pero aquello no hacía que su humor mejorara, sino todo lo contrario. 

La noche en sí era tediosa, se la había pasado saludando y apretando manos, con sonrisas falsas pero necesarias en el rostro y su humor terminó de empeorar, cuando sus ojos se encontraron con la última persona a la que quería hablarle aquella noche, pero también a la única que necesitaba impresionar.

Mierda. 

—Jorgen —saludo con un movimiento de su cabeza. —Eyra —dijo en reconocimiento a su esposa, a la que ya había saludado cuando se encontró con Keera.

—Alastair —Murmuró Jorgen de regreso. —He visto que tu relación no es tan cortés con tu tributo después de todo, no quiero apresurarme, pero espero que no me hayas mentido.

Belial sonrió incómodo, uno de los motivos fue por el uso de su nombre y otro por que no quería tener de enemigo a Jorgen.

El hombre frente suyo era uno de los alfas más poderosos de Gaia. Después de la manada del Norte y la suya propia, era el siguiente con más soldados bajo su mando. La diferencia era que comandaba tanto humanos como lobos, ya que la mujer a su lado era humana y cuando se unieron en matrimonio, Jorgen no tuvo problema en abrir las puertas de su manada a cualquier humano que quisiera vivir bajo su protección. Causó un gran revuelo al anunciar a Eyra como su igual, compartiendo el liderazgo, ya que muchos no estaban de acuerdo con que en su manada se les diera voz y voto a los humanos. 

Muchos habían tratado de acabar con Hervas —manada de Jorgen—, después de su decisión, pero ninguno había logrado su cometido. Contaban con una fiereza en la batalla pocas veces vista y lo humanos, al ser en muchas ocasiones mestizos, tenían una fuerza que los hacía superiores a su raza.

Había perdido a su primogénito en una de aquellas peleas y aquello fue crucial para el resultado de una de las batallas más sangrientas de los últimos años y era por eso que bajo ningun concepto, nadie podía saber que Keera había pertenecido a la guardia de Dios. De saberlo, se correría la noticia y una diana sería puesta en su cabeza. 

Jorgen sería el principal cazador de dicha venganza, teniendo en cuenta que después de perder a su hijo, había logrado lo que pocas manadas y cualquier ser superior: hacer retroceder a la guardia de Dios. 

Y aquello era mucho decir, teniendo en cuenta que eran quienes le habían arrebatado a su hijo. 

La cuestión era que no podía permitirse tener de enemigo a Jorgen, la relación con la manada del Norte caía en picado, incluso más debido a la visita de Aren y si su intuición no le fallaba, algo se estaba gestando a fuego lento más cerca de lo que esperaba, necesitaba tener a Hervás de su lado, mientras intentaba dar con quien sea que estuviera exterminando las aldeas aledañas, cada vez más cerca de Crena. 

El Mundo de GaiaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin