CAP. 22.

3.7K 373 272
                                    

Toqué la puerta esperando su señal y cuando la tuve, con su voz congestionada al otro lado, abrí la puerta haciendo un puchero, viendo como él abría sus brazos todavía en la cama, ahora sentado contra el cabezal. 

-Harry…

Dejé la bandeja en la mesa y me acerqué a él abrazándolo, notando sus manos ahora tirándome sobre él y sentándome sobre sus regazo.  

Besó mi mejilla varias veces y me tapó con la sábana mientras yo quitaba mis zapatos, notando el calor de su cuerpo y de las sábanas ahora abrazándome. 

-¿Cómo te encuentras? Tina me ha dicho que te han tenido que traer té caliente para la garganta. 

-Sí, me duele mucho y tengo muchos mocos. El doctor dice que es un resfriado y que estaré bien dentro de pocos días. 

Puse la mano sobre su frente y me aseguré de que no tenía fiebre, llevando su pelo detrás de su oreja después. 

-¿Vas a estar bien para la fiesta? Lleva planificada por lo menos un mes. 

-Solo estaré bien si me aseguras que irás. 

Apoyé la cabeza en su pecho notando como sus brazos se ceñían más a mí y como mi mano buscaba por instinto su pelo para acariciarlo. 

-Es tu fiesta. 

-La está organizando mi madre, habrá invitado a todo el mundo que me cae mal. Tengo derecho a invitar a mi persona favorita. 

Sonreí un poco sabiendo que él no me veía y me levanté dejando un beso en su mandíbula mirándolo después. 

-Tengo que hacer mi trabajo por mucho que los dos no queramos así que tienes que colaborar. 

Mi liberé de su agarre y salí de la cama poniéndome los zapatos con habilidad, caminando hasta la bandeja para preparar su desayuno. 

Me obligó a tumbarme a su lado y aunque me negué al principio, cuando acabó de desayunar y se acomodó bajo mi pecho sentí que no podría estar mejor en ningún otro lugar. 

-Louis- Dijo llamando mi atención- He leído tu currículum.

Evité una carcajada y me tiré hacia abajo mirándolo a los ojos viendo como él sonreía malicioso.

-¿Y? 

-¿Cuándo pensabas decirme que quedan menos de dos semanas para tu cumpleaños? 

-¿Debería?

-Claro que deberías, mereces tu regalo. 

-Hace años que Zayn solo me regala cosas robadas para mi cumpleaños, no hace falta gastar dinero ahora, Harry. 

Él se acercó y dejó un beso en mi nariz, algo delicado que no supe cuánto necesitaba hasta ese momento. 

-¿Qué quieres? 

Negué lentamente y él asintió acariciando mi mejilla con sutileza. 

-Todo lo que pidas lo tendrás. 

-No quiero nada… 

-¿Un coche? 

Negué con la cabeza esbozando una sonrisa leve que enseguida fue contagiada hacia él hasta llegar a la carcajada. 

-¿Un móvil? 

-Harry…

-¿Otra casa? 

-Nada. 

-¿Un tatuaje? 

Me quedé callado y miré sus ojos. Sería capaz de bajarme la luna si se lo pedía y sin embargo estábamos ahí, tumbados en la cama y con una preocupación que no iba a más de contagiar el resfriado que tenía. 

Una orden || Larry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora