CAP. 26

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La verdad que algunas veces el tiempo pasa más rápido de lo que nos gustaría. 

Podríamos llegar a sentir demasiadas cosas y nos basamos en tonterías para amargarnos la vida, algunas con una importante verdaderamente cuestionable y otras tan pequeñas e insignificantes que no valen la pena ni de relatar. 

Ese mismo día, justo cuando la noche anterior Harry y yo nos habíamos entregado el uno a el otro como si la vida nos fuera en ello, llegué a trabajar con él a mi lado. Me enteré de todo lo que le dijo Anne y jamás pensé que unas palabras que no fueran dirigidas a mí pudieran dolerme tanto como lo hicieron. 

Pusieron fecha para la boda, justo para eso había ido Claudia a cenar y justo para comunicarle la noticia en persona se había quedado a dormir en la mansión de los Styles, contando después todo con una sonrisa en su cara delante de todos y con su prometido mirándole demasiado dolido para preparar un frase coherente en su mente. 

29 de septiembre, ese mismo día en el que mi vida podría dar un vuelco demasiado grande para ser relatado y en el que sin duda, mi futuro se vería decidido sin poder elegir ninguna opción. 

A pocas semanas de la boda, Harry acurrucado contra mi cuerpo en su cama y el silencio cómodo mientras mis manos acariciaban su pelo, podía asegurar que no estaba listo, confirmaba que haría cualquier cosa por impedir ese casamiento y que la necesidad de tenerlo así para siempre me mataba por dentro más de lo que nadie podría pensar. 

 -Harry- Susurré intentando no molestarlo mientras notaba como levantaba con cuidado su cabeza para mirarme.

-¿Qué? 

-Te amo. 

Él me miró del todo, separándose de mí mientras miraba mis ojos y su mano se colocaba en mi nuca, sus labios besándome ahora con detenimiento.

-Para mí también es duro esto Louis…- Susurró contra mis labios una vez que se había separado.

-Lo sé. 

Mi mano se levantó hasta su cara y acaricié su mejilla mientras dejaba el pelo detrás de su oreja, viendo como él giraba y comenzaba a dejar besos en la palma de mi mano. 

-Yo también te amo, lo sabes, ¿verdad? 

Asentí con la cabeza dejando un beso en su frente y juntandola contra la mía a los pocos segundos. 

-Cuando te cases y te obliguen a tener hijos- Dije divertido viendo como él ya giraba los ojos esperando mi comentario- Si es un niño le llamarás Louis. 

-No voy a llamar a mi hijo como mi golondrina favorita. 

-Mi golondrina favorita- Repetí burlandome ganándome un pequeño golpe en el abdomen que me hizo reír. 

-¿Lo has pillado? Porque vas a ser mi amante, y la golondrina significa libertad.

-Que tierno por tu parte que ya me otorgues ese título. 

-El título lo llevabas cuando naciste, yo solo le doy credibilidad. 

Lo insulté en susurros y le pegué en el abdomen con la misma fuerza que él había empleado en mí, haciéndolo reír demasiado fuerte y como nadie más delante mío lo había conseguido hacer. 

Me levanté de la cama y él se acomodó mejor mirándome desde ahí, su sonrisa sin desaparecer y el tatuaje reciente que se había hecho en su brazo aún con el plástico. 

-Ten cuidado no te hagas daño en el brazo. 

-Tú igual. 

-Yo estoy de pie Harry- Dije evitando una carcajada. 

Una orden || Larry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora