CAP. 31.

3.2K 326 80
                                    

No me vestí demasiado formal, tampoco es que supiera cómo debía ir vestido pero lo intenté lo mejor que pude, ganándome la aprobación de Zayn y siendo eso suficiente para salir de casa seguro de lo que estaba haciendo. 

No me quería engañar a mí mismo y luchaba con mi ser interno para que eso no fuera ningún tipo de broma o hubiera un error ortográfico en la nota que me había dado Gemma. Tampoco quería hacerme ilusiones, no era algo con lo que contaba con certeza por lo que estuve algo inquieto la gran mayoría del tiempo. 

Todo se pasó cuando llegué allí. Había un pequeño escenario y bastantes sillas ya ocupadas por gente lujosa hablando entre sí o otros de pie conversando sobre, seguramente, temas de negocios. 

No pude divisar a nadie conocido ahí así que me senté en la silla que formaba la última fila, mirando todo a mi alrededor y guardando las manos en mis bolsillos de una manera nerviosa. 

Había seguridad, bastante gente nueva que trabajaba para los Styles y que probablemente estaba ahí para impedirme a mí, cosa que obviamente no fue posible por el momento. 

Justo en lo más profundo de mí sabía que ellos sabrían que yo estaría ahí si demostraba querer a Harry, aunque seguramente le habrían intentando convencer de que yo no hice nada por verlo de nuevo, cosa que afortunadamente pude desmentir en mis cartas hacia él. 

La gente comenzó a aplaudir sacándome de mis pensamientos y Anne apareció en el escenario con una sonrisa hermosa, su pelo atado en un recogido precioso y un vestido hermoso de color negro luciendo ajustado y bonito bajo su piel. 

-Buenas tardes a todos. Agradezco la presencia de todos los presentes aquí. Para mí es un honor poder estar presentando este proyecto ya que en mi familia siempre hemos apoyado mucho este tipo de causas. 

Solté una carcajada sarcástica y negué con mi cabeza apoyándome mejor en la silla. 

-Pero no pienso hablar más, pido por favor un fuerte aplauso para el verdadero pensador de esta ONG, mi hijo Harry y su esposa Claudia. 

Anne se hizo a un lado mientras aplaudía, el escenario quedándose vacío por unos leves segundos hasta que las dos personas nombradas aparecieron ahí, sus manos entrelazadas y sus bonitas sonrisas deslumbrando a toda costa. 

Claudia se hizo a un lado y Harry carraspeó la garganta acercándose al pequeño atril que tenía delante, mirando entre el público antes de decidirse a hablar. 

-Muy buenas tardes a todos. Gracias por acompañarnos en este proyecto, me atrevería a decir, el proyecto más importante del que he sido parte. 

Llevaba un traje negro precioso, una camisa blanca desabrochada por los botones de arriba que dejaban ver los tatuajes que decoraban su pecho. Su pelo estaba suelto y parecía un poco más corto que la última vez que lo vi, sin embargo, estaba más delgado y fue algo que no pude pasar por alto incluso a la lejanía. 

-Esta idea nació hace años y fue gracias a alguien que consiguió cambiar mi vida. Tuve la suerte de conocerlo y darme cuenta de lo afortunado que era por poder compartir mi tiempo con alguien así, fue por eso, que decidí ayudarlo y por eso mismo que decido ayudar a la gente que desgraciadamente pasa por esto también. Así que sí, amigos, esto no es algo que debamos celebrar, las personas sin techo son una realidad y desgraciadamente sigue existiendo. 

Suspiré profundo escuchando la seriedad con la que estaba comenzando a hablar, la gente a mi alrededor dándole la razón sin saber lo que todas esas palabras me estaban llenado de orgullo. 

-Por eso, hoy aquí delante de todos, me alegra presentar este proyecto en el que espero que pueda ayudar a más gente de la esperada. 

Harry se separó del atril girando detrás suya, todos ahora pendientes del cartel detrás suyo que revelaría en nombre de su trabajo. 

Una orden || Larry Where stories live. Discover now