Capítulo 26: Día de descanso

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Theo

El dolor en mi cuerpo es bastante soportable, a diferencia de lo que la mayoría supone, no me desmayé por el dolor, en realidad antes de caer sobre la espalda de Liah uno de los hombres que me sostenían me dio un golpe fuerte en la cabeza con la culata de su pistola, tardé algunos minutos en perder el conocimiento, pero recuerdo el llanto de mi hermana y las manos de la castaña intentando ayudarme a llegar a la enfermería junto a la chica fantasma.

El doctor se ha ido antes que Liah, parecían muy buenos amigos, ella estaba realmente feliz de ver al anciano, el cual le correspondía con un afecto paternal muy genuino.

Dios pone personas en nuestra vida que hacen que la carga sea más ligera, personas con las cuales se puede contar a pesar de todo.

Pasan varias horas antes de que pueda levantarme para tomar un baño e ir a mi habitación a pasar el resto del día, hoy es lunes, el club se cierra hasta mañana, eso me tranquiliza, podré reponer fuerzas y así cuidar de mi hermana.

Espero en el Señor recuperarme tan pronto como sea posible.

Con mucho esfuerzo llego al closet y saco del fondo del cajón mi vieja biblia, hace algunos días que no la leía.

Las páginas están algo maltratadas, y la cubierta de cuero se nota desgastada, esta bella amiga fue un regalo de mi primer pastor que a su vez fue la primera biblia que le regaló su esposa a él.

Es mi posesión más preciada.

Antes de llegar aquí solía usar la aplicación de mi teléfono, pero sé que Petrov monitorea todos los teléfonos y computadoras de su personal, por lo que antes de entrar cambié de teléfono, el MI6 se encargó de borrar cualquier rastro de mí en internet y creamos unas cuentas falsas para no levantar sospechas.

Salmos 24 es mi lectura del día, y el Señor sabe cuánto lo necesito, me reconforta saber (más bien recordar) que incluso en este valle de sombra y de muerte Él me sustentará, me dará aliento cuando sienta que no puedo más y me ayudará a cruzar al otro lado por más difícil que sea.

Estar aquí es lo más difícil que he tenido que hacer en toda mi vida, dejar todo lo que conocía, a mi familia, mis amigos, mi iglesia, incluso todos los lugares a los que solía ir. Pero cada una de esas cosas valdrá la pena cuando vea a mi hermana ser libre.

Yo soy esclavo por amor.

Pero la esclavitud a la que ella está atada es dolorosa y cruel.

De repente alguien llama al otro lado de la puerta. Con toda la rapidez de la que dispone mi cuerpo en las condiciones actuales escondo la biblia en su lugar y voy a abrir la puerta.

Me sorprende encontrar a la chica fantasma tras la puerta.

−¿Piensas que te haga las curaciones aquí?−pregunta con la voz algo ronca.

Me quedo mirándola unos segundos, es enigmática, como Liah, pero Kena tiene más odio que dolor, está tan llena de rencor que es casi imposible mirarla sin sentir frustración o incomodidad.

−Pasa, por favor−me hago a un lado para que pase, trae un pequeño botiquín.

Se sienta al borde de la cama y hago lo mismo después de cerrar la puerta.

Hace las curaciones en completo silencio.

Algo la preocupa, tiene la misma expresión que el día de la crisis de Liah.

−¿Y dónde está Liah?−pregunto mientras ella guarda todo en la caja.

−¿Tan rápido te enamoraste?−contesta con sarcasmo y una mirada extraña, como si supiera algo que yo no.

−No, claro que no, solo quiero saber si se encuentra bien, te ves algo preocupada, y la única razón por la que te alteras es porque ella está en problemas−explico con cierta incomodidad.

Liah es hermosa, y compleja de un modo que me agrada, pero me es imposible pensar en ella de un modo diferente a la amistad, aunque sé que no me quiere cerca siento que necesito estar con ella, saber si está bien me ayudará un poco a calmar mi ansiedad.

−Es imposible hacerte enojar o incomodar...−dice con fastidio, suelta un leve suspiro y me dedica una mirada que termina siendo una sonrisa fugaz, una hermosa sonrisa, me recuerda a Val−Se está preparando para su gloriosa entrada, no la veremos hasta mañana cuando terminen los ensayos... así que dulce romeo no desesperes−suena triste aunque intenta maquillarlo con sarcasmo.

−No sabía que su trabajo fuera tan importante...−contesto confundido.

−No te imaginas cuánto−responde entre dientes.

−¿Y qué es exactamente lo que hace?−nadie quiere hablar sobre ello.

−Mañana lo entenderás, solo presta mucha atención y mira al lugar correcto−camina a la puerta y sale de la habitación sin preocuparse por cerrarla.

Me quedo confundido, todo esto es muy raro, el halo de misterio que rodea a esta chica es impresionante.

Paso el resto del día luchando contra mis propios pensamientos para poder concentrarme en leer la biblia, no sé qué más hacer, me siento algo perdido y no dejo de pensar en Liah, las ideas sobre su trabajo son tormentosas.

Tengo una sensación parecida a la primera vez que vi a mi hermanita en un diminuto traje al lado de Petrov, quise arrancarla de sus manos y llevarla a dónde nadie pudiera hacerle más daño.

Cuando la vi esa noche supe que ella nunca más volvería a ser la misma, ya estaba rota, no había dejado de ser mi hermana, pero algo dentro de ella se había perdido.

Lloré, lloré como un niño en esta misma habitación, quise morir, me enojé con Dios, me sentía herido y furioso conmigo mismo por no poder hacer nada para calmar su dolor. Me tomó un tiempo volver a Dios y retomar mi relación con él.

Reconocí que no era su culpa, mi hermana tomó malas decisiones, se alejó de él, y aunque ahora no entienda el propósito de tanto dolor y la sequía en medio de este desierto sé que mi relación con él ahora es mucho más fuerte de lo que era antes de todo esto, he aprendido a esperar, a depender, a controlar mis impulsos y a ver su bondad dónde otros solo ven injusticia.

Y sé que algún día Val podrá volver a sus brazos y será restaurada y redimida.

...
¿Qué opinan?
¿Será que a Theo sí le gusta Liah? ¿O son puros inventos de Kena? 😏

Jardín de mariposas (Golden Souls #1)Where stories live. Discover now