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Narra Fred

Sentí como mi estomago se revolvía al tan solo poner un pie fuera de la camioneta. En aquel lugar, entre todas esas personas, se encontraba el increíble Eak Ag, el ex novio de ___. De mí ___. Aunque, al menos para mí eso solo era un enorme obstáculo, aun existía un obstáculo aun mayor. Cami Henderson. La persona que creía que era el amor de mi vida y que al final resultó ser solo otra chica más en mí lista de conquistas ¿Cómo se lo tomaría ___? ¿Cómo me lo tomaría yo? Porque obviamente, aquellas dos personas se encontraban ahí adentro esperando por nosotros: por mí y ___.
De repente ___ paró en seco.

___: Freddy—dijo ___ antes de entrar—necesito un cigarrillo.

La miré acusadoramente ante su petición, aunque en el fondo sabía qué y no tenía derecho a opinar ante aquello, pues yo también fumaba de vez en cuando, pero era solo que no quería ver a ___ haciendo eso.

___: Por favor, tengo mucho…—dijo, pero de repente corto su oración—solo necesito liberar un poco de tensión. Por favor, lo necesito

Freddy dudó pero al final sacó lentamente una cajetilla del bolsillo de su saco. Se lo entregó a ___ aun dudando y ella rápidamente lo encendió para a continuación llevárselo a la boca. Inhaló la primera bocanada y ella instantáneamente cerró los ojos dejando escapar un suspiro de placer. Sinceramente, en ese momento deseaba con toda mi fuerza ser aquel cigarrillo, el causante de su éxtasis. La segundo bocanada fue aun más placentera para ella dejando descansar su espalda en la camioneta.
Aquella noche, ___ se veía tan hermosa que había dudado seriamente en sacarla de la casa y dejar que cualquier otro hombre la viera, pues simplemente ella era mía y de nadie más, por eso, cuando ella bajó las escaleras hasta la sala no pude decir nada. Me tenía hechizado.
Después de unos segundos, ___ apagó el cigarrillo.

___: Listo—exclamó—entremos de una buena vez.

Los seis caminamos hasta la entrada, donde un guardia de aproximadamente 1.80 nos dejó pasar después de haberle entregado los pases que nos habían entregado junto con la invitación. El interior del club era inmenso: meseras con ropa brillosa abarcaba la mayoría del club repartiendo bebidas, chicos y chicas bailaban en el centro de la pista canciones muy movidas, luces blancas iluminaban todo el salón haciéndole dar un look fino, y por ultimo mesas con velas encendidas descansaban alrededor de la pista.
Golden ayudó a ___ a sacarse el saco para luego depositarlo en un perchero a lado del la entrada. Por el rabillo del ojo recorrí la silueta de ___ y por más de una fracción de segundo me imaginé a mi mismo quitándole ese precioso vestido.
¡Concéntrate, Fazbeard! Pensé.
No sé si ___ leyó mi pensamiento, o si en realidad lo había dicho en voz alta sin darme cuenta, pero por más de un minuto nuestras miradas se cruzaron dándonos un poco de ánimo. Ella lo sabía tan bien como yo: Eak y Cami se encontraban ahí.

Boonie: Encontremos una mesa, luego tal vez podamos ver a Eak o a Owyn—dijo Bonnie.-

Asentimos y empezamos a caminar. Sin que nadie se diera cuenta caminé hasta ___ y antes de que ella pudiera protestar o que yo me arrepintiera, entrelacé nuestros dedos. Ella me miró asombrada por unos momentos, pero luego sonrió tiernamente y yo le devolví la sonrisa. Me pegué más a ella y coloqué mi boca en su oído.

Fred: Estamos juntos en esto ¿Recuerdas?—susurré-

___ optó en el rostro un color carmesí haciéndola lucir más adorable de lo normal. Me fascinaba despertar aquellos sentimientos en ella tal y como ella lo hacía en mí. Por un momento, mis ojos viajaron por todo su perfecto rostro hasta detenerse en su deliciosa boca. Era delgada y de textura suave combinada ahora por un color rojo pasión. Ansiaba por saber su sabor, por besarla hasta quedarme sin aliento. La necesitaba y jamás pensé depender de alguien tanto como lo hacia ella. Ahora, ella era mía y solo mía.

Secuestrada Fred y tuWhere stories live. Discover now