3.

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Necesito comer. Fue lo primero que pensé.
Llevaba tres días ahí encerrada y no había comido ni siquiera una migaja de pan. Desde que Freddy me había encerrado en este infierno no había vuelto a verles las caras. Mi cuerpo ya no resistía. Todo estaba vació dentro de mi y no se si eso era bueno porque tal vez, solo tal vez, podría morir ahí mismo en vez de estar aquí secuestrada por cinco grandes animales.
Mi ''cuarto'' era un verdadero desastre: la cama rota y con los resortes de fuera, ni siquiera unas sabanas decentes se encontraban ahí, solo eran unas sucias cosas llenas de manchas cafés y amarillas. El suelo estaba un poco más mugroso que yo, ni siquiera quería imaginar lo que había pisado o tocado aquel piso cochino. El baño, que ni de chiste me había atrevido a tocarlo, estaba más o menos decente, con una tina cochina, un escusado ''limpio'' y un lavabo no muy confiable.

___: Agua-articulé mientras yo me hallaba tumbada en la mugrienta cama al igual que yo. Desde que había llegado no me había bañado y estaba segura que apestaba casi igual que todo ese cuchitril-

De repente una idea se me vino a la cabeza: tomar agua del lavabo.
Me pare con dificultad de la cama y con pasos lentos me dirigí al baño. Abrí el grifo e hice una pequeña tina con mis manos. El agua que salía al principio era amarilla, pero luego se fue templando y se convirtió en agua limpia. Mi boca se humedeció con la poca saliva que aun me quedaba pensando en como podría mojar mis labios con tan solo un pequeño rose de agua. Sin dudarlo, abrí la boca y me empalme de agua.
Mala idea.
Al principio fue una sensación riquísima, pero luego todo se revolvió dentro de mi provocándome unas ganas enormes de vomitar. Me agaché hacia el inodoro y sin dudarlo volví a abrir la boca para esta vez vomitar. Genial, la poca comida que quedaba dentro de mi se había esfumado.
Lloré de nuevo. Me sentía derrotada ¿Cuando podría salir de aquí? No lo sabía, pero los buenos momentos se me hacían demasiado lejanos en ese momento, como si esta hubiera sido toda mi vida.
No pierdas la fe, ___. Pensé.
Eso posiblemente me lo hubiera dicho mi madre quien siempre estaba conmigo cuando la necesitaba. ''No pierdas la fe'' ¿Cuantas veces no la había oído decir eso? ¿Y cuantas veces no le había hecho caso? pero sobretodo...¿Porque esta vez no podía confiar en aquellas palabras?
En este mundo no hay lugar para los débiles, ___. Volví a pensar.
Si, ese era mi padre. También apoyándome siempre. A veces un poco irónico o macabro, pero sus palabras siempre directas y ciertas. Y, extrañamente, en este momento esas palabras si las creía con todo mi corazón. ''En este mundo no hay lugar para los débiles'' Sabía que debía hacer caso. Ser un poco más fuerte.
Un pensamiento llegó a mi. Mi collar. Ese hermoso collar de oro blanco en forma de un diminuto corazón que mis padres me habían regalado en mis dieciséis años por mi cumpleaños diciéndome que me amaban con todo su corazón y que mientras yo tuviera este collar, siempre estaríamos juntos.
Mi manos llegaron a mi pecho de una forma salvaje buscando aquel collar. Aun estaba ahí.
Suspire con alivio y lo escondí abajo de mi mugrosa y apenas existente blusa para que nadie de los chicos lo viera y se les ocurriera robarlo.
Volví a vomitar después de esta ola de pensamientos. Vaya, que asco me daba en este momento. Aun recuerdo que siempre que tenía un mal día llenaba mi linda tina y me daba un baño entre espuma y burbujas. Tal vez podría hacerlo ahora, ¡Ja! si claro...
Mis tripas volvieron a rugir y de nuevo vomite. Dios mio, cuanto hubiera pagado por un bocado en este momento. De repente un olor me llegó a la nariz...¿hamburguesas? volví a olor y descubrí que en realidad si eran hamburguesas. Alguien las estaba cocinado a fuera de mi habitación.
No dude ni un momento en salir de mi habitación, que misteriosamente se encontraba sin seguro, e ir por un migaja de hamburguesa.
Foxy estaba ahí con un delantal y cocinando ¿Que clase de asesino usa un delantal? que importaba en ese momento.

___:Fox...-dije pero algo me detuvo-

Fred traía un cuchillo lleno de sangre en la mano derecha. Oh no, dios mio ¿Que es lo que hizo?

Fred: Esa mal nacida no nos volverá a molestar-dijo y a mi mente llegó la imagen de Chica ¿Y si en realidad si la mataron?-

Un miedo se acumulo en mí obligándome a respirar más fuerte de lo usual. Mi asma había vuelto.

Freddy: ¿___? ¿Qué haces aquí?-dijo Alan de repente detrás mio. Mi asma aumento-Dios mío ¿Estas bien? ¿Por qué respiras así?

Me pegué contra la pared buscando algo con que agarrarme. Chica, mi mejor amiga ¿estaba muerta? no, no, no ¡no podía ser cierto. Ella no

Freddy: ¡Fred! ¡Fred!-gritó Freddy tomándome por la cintura para que no cayera-¡algo le pasa a ___!

De repente todo se volvió negro. Imágenes pasaban por mi cabeza como flashbacks: Chica, Fred, Yo, mis padres, mi collar, Freddy sosteniéndome, Foxy preocupado... ¿por mí? ‘‘Algo le pasa a ___'' Oí decir a Freddy de nuevo ¿sonaba preocupado? No, claro que no. Ellos no tienen corazón. Solo les preocupa que yo vaya morir y ellos vayan a quedar sin botín de dinero mi rescate.

Fred: ¡Recuestala en el sofá!- grito Fred... Sentí una masa de cosas acolchonadas abajo de mi.-¿Que le pasa?- grito Fred histérico. Yo a este punto ya no podia ni hablar por la falta de aire- ¡Hagan algo maldita sea!

Freddy: ¡Es asmática, imbécil!- grito Freddy corriendo hacia mi-

Fred: ¡Salvala!- grito Fred zangoloteandolo histerico- ¡Dios mio! ¿Que hacemos?

Después de eso ya no pude escuchar nada, pues todo se volvio negro a mi alrededor.

Secuestrada Fred y tuTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang