Dulce esperanza

26

{Eren}

Todo era un completo caos dentro de mi cabeza, el cuerpo me pesaba y mis párpados estaban más pesados de lo usual ¿Cuánto tiempo llevaba dormido? Recuerdo discutir con Levi, después recuerdo el hospital ¿Había sido un sueño?. Abrí mis ojos perezosamente, al adaptarme a la iluminación del cuarto noté que estaba en una habitación de hospital ¿Que diablos hacía aquí? Miré en todas direcciones buscando a alguien que pudiera decirme algo pero no había nadie más que la cortina a mi alrededor, al menos el bebé está bien, llevé mi mano hasta mi vientre para poder acariciarlo, ahogue un grito al no sentirlo abultado esto debía ser una pesadilla moví la sábana para ver qué mi bebé seguía dentro de mi pero nada.

—¡Hanji! —grité no me importaba si molestaba a algún otro paciente con mis gritos quería una respuesta ¿Dónde estaba mi bebé? Era imposible que no estuviera dentro de mi— ¡Levi! —gritaba cada vez más desesperado, intenté levantarme pero un dolor en mi abdomen me lo impidió, necesitaba que Hanji viniera y me diera una respuesta ¿Había perdido al bebé? Si no estaba más dentro de mi era lo más posible porque no iba a poder sobrevivir. Empecé a llorar esto no me estaba pasando a mi, apreté el botón a lado mío y seguí gritando necesitaba que alguien apareciera y respondiera mis dudas.

—¿Qué ocurre? —Levi entró corriendo y solo pude llorar más, quería que Hanji viniera no él— .

—perdón Levi —se acercó a mi y me abrazó, no me merecía que lo hiciera— perdí al bebé Levi, yo lo siento mucho por mi culpa ya no tendrás la compañía lo siento —me pegué más a su pecho y no pude evitar seguir llorando lo había arruinado todo.

—tranquilo, cariño todo está bien, no perdiste al bebé, ella está bien

—¿Ella? —lo miré confundido— .

—tuviste una niña, una hermosa princesa, se que en el pasado fui un idiota y que no merezco tu perdón ni el derecho a ver a la niña pero solo si tú aceptas que forme parte de su vida —puso una de sus manos sobre su corazón— prometo darles toda la felicidad que se merecen porque los amo

Lo miré consternado no sabía que responder, no quería confiar de nuevo en él para después volver a caer en sus mentiras pero en esta ocasión sus palabras sonaban sinceras, asentí ligeramente.

—Eren prometo hacer las cosas bien cariño —limpió mis lágrimas con su pulgar y acercó su rostro al mío por primera vez su beso se sintió distinto lo sentí con amor.