29

3.2K 289 31
                                    

{Eren}

Adoraba ver dormir a Nozomi, siempre me quedaba un par de minutos observándola después de acostarla en su cuna, Levi me había dicho que hoy quería ir a su otra casa o la mansión Ackerman como la conocemos la mayoría, ir ahí sería un poco agridulce pero solo recogeriamos unas cuantas cosas y nos iríamos rápido.

—Eren, la loca está aquí ya podemos irnos

Besé la frente de Nozomi y alcancé a Levi en la puerta de la casa.

—¿Por qué no quieres decirme que es por lo que vienes? Así será más fácil si te ayudo a buscar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


—¿Por qué no quieres decirme que es por lo que vienes? Así será más fácil si te ayudo a buscar

—por que no recuerdo dónde lo puse

Llevábamos 10 minutos y era imposible que no recordara que era eso tan valioso que insistía en recuperar cuando el mismo fue el que insistió mucho en venir.

—ya recordé, lo puse en el jardín trasero

—¿Es una broma verdad? —me paré molesto de mi lugar y lo seguí de mala gana hasta el patio,al abrir la puerta la luz anaranjada del atardecer me deslumbró, no quería regresar tarde a casa.

Al poder adaptarme a la luz me sorprendió ver en los alrededores flores que no habían estado plantadas ahí antes, reconocí cada una.

—pensé que odiabas las flores

—para nada —respondio mirando su reloj— Eren

—¿Qué pasa?

—besame

¿Qué? ¿Por qué me pedía algo como eso?, Cuando menos lo esperé sus labios ya estaban contra los míos se suponía que habíamos venido aquí por unas cosas que necesitaba con urgencia y lo único que habíamos hecho hasta ahora fue buscar 10 minutos como idiotas en su oficina para que al final dijera que estaba en el patio.

—Levi —lo aparté— ¿De verdad hay algo aquí por lo cuál fue necesario venir?

El cielo comenzaba a oscurecer, todo esto estaba siendo una perdida de tiempo. Estaba a punto de dar media vuelta y largarme hasta que ví un punto de luz detrás de Levi.

—despues de esto te prometo que iremos a casa —tomó mi mano y comencé a caminar a su lado.

Conforme avanzabamos a nuestros pies más puntos de luz aparecían a los lados formando un camino. Los brazos de Levi rodearon mi cintura.

—nunca dije que odiara las flores muy al contrario me divierto usando su lenguaje

Quedé confundido ¿A qué se refería con su lenguaje? Una flor no puede hablar. Las pequeñas lámparas iluminaban ahora un camino de flores iguales a las que había visto anteriormente, su sonrisa burlona me fastidió un poco.

—me refiero a que cada una de las flores que ves aquí plantadas significan algo. Rosas salvajes, te seguiré a todas partes —besó mi nuca provocándome un estremecimiento— dalias violetas —besó mi cien— mi amor por ti es fuerte y crece cada día

Por unos segundos cubrió mis ojos y cuando quitó sus manos frente a mi había una tienda parecida a una de acampar un tanto rústica rodeada de tulipanes, siempre fueron mis favoritos.

—Levi ¿Qué es todo esto?

Me tomó de la mano y me llevó dentro de la casita, había una alfombra con varios cojines la iluminación era proporcionada por varias guías de luces amarillas. Nos sentamos en los cojines uno al lado del otro.

—tulipanes —besó mi frente— los jaspeados, tienes unos ojos preciosos, amarillos, estoy locamente enamorado y los rojos simbolizan amor eterno —nuestros labios se juntaron en un suave beso— ahora cierra los ojos

Hice lo que pidió, las palmas de mis manos sudaban e intentaba secarlas con la tela de mi camiseta, no había motivo para estar nervioso.

—ahora abre los ojos —abrí los ojos lo más lento que pude, al mirar a Levi sostenía un ramo de rosas rojas— y finalmente 12 rosas rojas ¿Sabes lo que significan Eren?

Negué con la cabeza, ni siquiera sabía que las flores pudiesen significar algo mucho menos se a que se refiere con eso.

—doce rosas rojas... —nuestras miradas permanecían fijas— significan cásate conmigo

Mi corazón dió un vuelco, mi pulso se aceleró y el latido inquieto de mi corazón vibraba en mis oídos, negué con la cabeza al borde del llanto esto tenía que ser un sueño, tomó mi mano y sus dedos deslizaron un anillo sobre mi dedo.

—Eren ¿Quieres casarte conmigo?

En su voz no había una pisca de vacilación mucho menos de duda en sus ojos, lo que había era determinación y seguridad seguida de una ansiedad por una respuesta que ya conocía con antelación.

—¡Si! —me lancé contra su cuerpo— ¡Claro que me caso contigo!

Después de todo lo que pasamos no me atrevería a decir que no, desde el principio siempre fue el.

Dulce esperanzaWhere stories live. Discover now