¿Venganza fallida? (JIHAN)

4

Con nerviosismo Jeonghan volvía a su habitación, ¿Estuvo bien el tratarlo tan amistosamente? Hasta hace poco juraba que Joshua lo odiaba por como lo evito tanto tiempo de forma repentina luego de que fueran tan amigos. Recordaba que cuando este le insistió preguntándole si hizo algo mal, que si ya no le quería, tuvo que pedirle de forma cortante que ya no le tratara como un amigo. Eso sucedió cuando tenían nueve hace ya siete años.

Joshua era un amigo muy importante para él, por lo que le dolió mucho hacer esas cosas y rematarlo con pedirle eso, pero todo fue debido al temor de que su padre realmente cumpliera la amenaza que hizo en una ocasión de castigar a Joshua con 20 azotes por irrespetuoso de tratar como un igual a su joven amo ademas de ponerlo en su lugar de otras formas. Nunca sabia cuando su padre hablaba en serio o no, pues siempre tenía una cara de odiar todo.

Estaba aliviado de que quizás aún se podía salvar esa amistad que logro darle color a su infancia y ahora lograría quitar la monotonía de sus días, pues eso conseguía Joshua con solo estar a su lado riendo. Extrañaba tanto a ese idiota.

...

Fueron pasando los días en que sus ojos curiosos se encontraban a lo lejos, provocando que por reflejo se sonrieran y movieran ligeramente sus cabezas en un pequeño saludo. Joshua quería intentar acercarse a Jeonghan, pero aún tenía la idea de poner algo de distancia para no forzar las cosas y darse tiempo de pensar como ir puliendo su plan. Por su parte el mayor aprovechaba de pensar en su relación con Joshua, como podrían volver a ser amigos, pero a la vez intentar entender porque este de repente actuaba así provocando que se emocionara tanto por unas simples palabras o una dulce sonrisa.

Eso fue hasta que de repente el señor Yoon aviso que tendrían visitas al siguiente día así que todos los que trabajaban en la casona o cerca de esta debían vestir bien y comportarse. Joshua con fastidio tuvo que obedecer y como al parecer los invitados seria una familia, se necesitaba más personal o eso es lo que el señor Yoon quería mostrar, cuantos sirvientes tiene bajo su poder.

Por sus amigos que eran sociables y hablaban con casi todos los sirvientes y hasta gente del pueblo, se enteró de que estos invitados eran posibles socios debido a que ellos tenían una hija que era una opción a prometida de Jeonghan. Para la gente con dinero las bodas eran sinónimo de tratados, alianzas, ser socios en el trabajo y que todo esto llevara a un aumento en sus ingresos. Que fastidio.

Su madre se aseguró de que estuviera impecable y bien peinado para que sirviera, mientras ella se encargaba de cocinar junto a otros sirvientes. Atendió con todo el profesionalismo que podía, porque si se equivocaba en algo frente a invitados, el castigo seria aun peor al avergonzar a la familia frente a otros. Su madre siempre le halagaba con que, a pesar de trabajar casi siempre en la tierra, siempre era grácil en sus movimientos y gentil, así que por eso varias veces que alguien necesitaba ser reemplazado en la casona le pedían a Joshua que usara ese puesto, quien orgulloso por ser bueno en eso aceptaba tras ser halagado un poco.

Tras servirles el almuerzo, desde su posición recta cerca de una pared atento a si necesitaban algo, se permitió observar a los invitados, reconociendo que eran adinerados, pero por como exageraban sus joyas o elegantes ropas debían solo estar aparentando o que estaban camino a la bancarrota y buscaban usar a su hija para algún buen matrimonio del que sostenerse. Que miserables. Se fijó en la joven dama quien debía ser quizás mayor por unos pocos años a él, frunciendo el ceño cuando noto que ella de reojo le miraba bastante, ¿Qué mierda? Tenía frente suyo a Jeonghan y aun así le miraba a él, ¿Estaba bien mentalmente? ¿Cómo podía no fijarse en Hannie? Las mujeres tenían gustos muy raros.