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Joshua ahora en su tiempo libre se turnaba entre ir a ver a Jeonghan e ir al pueblo a explorar un poco sus gustos, comparándolo con cuando se juntaba con quien le provoco conocer ese lado suyo. Cuando iba a sus prácticas de violín si bien se mantenían la mayoría del tiempo en silencio, se la pasaba admirando al mayor, porque se veía tan atractivo concentrado y creando maravillosas armonías, para luego verse adorable cuando se molestaba al equivocarse en algo. Este le daba hermosas sonrisas cuando sus ojos se encontraban y a veces le pedía su opinión, las que siempre eran positivas o constructivas al notarlo a veces muy tenso.


Se fue acercando más a Jeonghan, en donde se hablaban con confianza sobre distintos temas y con mayor naturalidad se iban acercando y tocando, no preguntando pidiendo permiso o si molestaba al otro, simplemente tocaban el cabello del otro, le acariciaban los brazos u hombros, sus manos terminaban sujetando la otra con suavidad queriendo que se acostumbraran a eso y si podían se sentaban uno al lado del otro, apoyándose en el contrario para en silencio descansar tranquilos.


Por otro lado, por el pueblo con ayuda de Mingyu conoció a varios hombres y jóvenes que quizás podrían despertar algo dentro suyo, pero no ocurrió nada más que curiosidad y si para sus gustos eran atractivos o no. Por lo que concluyo que Jeonghan era el único que le provocaba tantas cosas, más que cualquier mujer u hombre, ¿Pero que era exactamente ese montón de sentimientos?



...



- Buenas, Hannie, ¿Hoy día que cosa absurda te enseñaron? – Joshua saludo al entrar a la biblioteca luego de que unos minutos antes vio salir de aquí al señor que le daba clases particulares. El castaño que se había recostado con pereza y aburrimiento en el sillón individual pareció recobrar energías al escuchar su voz.


- Joshuji, ven – Estiro sus brazos en dirección al menor, quien curioso le hizo caso y acabo siendo abrazado por la altura de la cadera, con la cabeza de Jeonghan apoyada en su abdomen – Estoy tan aburrido que si no hubieras aparecido siento que me hubiera desvanecido aquí – Murmuro con tono infantil, quejándose un poco sobre cómo esta vez le enseño sobre literatura y que le dejo de tarea escribir un poema en esos raros versos que debían rimar, haciendo reír entre dientes al pelinegro que se limitaba a acariciarle el cabello con suavidad – No entiendo de que me servirá eso, si yo voy a heredar este fundo y la parte de los negocios y números ya la tengo dominada, que es lo más importante. ¿Acaso leyéndole absurdos poemas al trigo o algodón hará que crezcan más rápido? – Era como un niño haciendo un berrinche, uno que en unos meses cumpliría diecisiete.


Jeonghan se calló para sentir mejor el cuerpo de Joshua vibrar al este reír mientras tenía su mejilla apoyada en su abdomen, disfrutar del sonido de su risa - ¿Te imaginas que pasa eso? Entonces toda esa agua se ahorraría y el abono sería inútil – Dijo aun medio riéndose. El mayor quedo pensativo ante sus palabras, recordando la vez que Joshua le regaño.


- Yo... en un futuro dirigiré este lugar y necesito saber dos grandes cosas para mantenerlo en pie, lo cual es saber cómo comerciar, tener bien claro los números de lo que gano, lo que debo invertir aquí y lo que pueda gastar, pero también debo saber qué es lo que estoy vendiendo y cuanto trabajo requiere – Empezó a decir con lentitud, formulando de a poco su idea – Debo saber en qué consiste el plantar y cuidar la planta para que me entregue el producto que yo desee. Mi padre siempre me hace aprender un montón de estas cosas innecesarias y no las más prácticas como eso, ¿Cómo voy a vender algo que nose que es? – Termino usando un tono molesto.

¿Venganza fallida? (JIHAN)Where stories live. Discover now