Fin

717 86 14
                                    



Entre hambrientos besos intentaban quitarle la ropa al otro, desesperados por tocarse, sentir al otro y que este recordara las manos de a quien pertenecía. Jeonghan se levantó y empujo al menor para que se sentara en la orilla del escritorio, aclarando cualquier duda sobre por qué hizo eso cuando se arrodillo frente suyo, en donde su timidez e inseguridad al ser la primera vez que lo hacia las mando a la mierda porque soñó tantas veces con eso que con confianza le bajo los pantalones para empezar a demostrarle que tan bien podía usar su boca a Joshua, quien jadeante e inestable solo lograba apoyarse en el escritorio y sostenerle del cabello al mayor.


Lo detuvo cuando estuvo cerca de llegar a su límite, empezando a quitarle la ropa justa para lo que tenía en mente. Joshua movió a Jeonghan de vuelta a su escritorio, recostándolo para empezar a besar su torso, jugar con sus pezones y prontamente empezar a dilatarle para no perder más tiempo, ya que los dos deseaban con todas sus fuerzas poder unirse de nuevo en ese acto en el que cayeron encantados desde la primera vez junto al otro.


Con dificultad callaban los sonidos calientes que hacían, abrazándose con fuerza para controlar sus cuerpos temblorosos de placer y que aumentaron cuando finalmente Joshua se empujó dentro Jeonghan para empezar ese reencuentro tan profundo, cálido y mágico entre sus cuerpos, uno que se volvió algo salvaje y bruto cuando la necesidad de sentirse más, llegar más profundo y llenarse del otro les impulsaba a moverse y amar a ese amante que nunca olvidaron.


No dejaban de sentir las manos contrarias recorrer sus cuerpos, besos que pasaban a ser mordidas o chupones que arrancaban jadeos de gusto y gruñidos deseando más. Ignoraron como algunas cosas cayeron del escritorio y este a veces rechinaba por el movimiento brusco de las embestidas que el menor le daba a un jadeante y caliente Jeonghan.


Minutos fueron pasando de esa forma, cambiando ligeramente la posición porque Joshua estaba buscando ese punto en el mayor que parecía darle más placer, encontrándolo para torturar a Jeonghan de forma constante y este con dificultad callando sus gemidos mordiendo su brazo, hasta que llegaron a sus límites y como un habito Joshua lo sacaba para no correrse dentro, ensuciando la madera del escritorio.


Con pereza se dejó caer sobre Jeonghan, quien lo sostuvo contra su pecho feliz y satisfecho, haciéndole cariño en su cabello con lentitud. El menor ante esa comodidad y haber al fin saciado aquel deseo que abrumaba su cabeza, se permitió pensar al respecto tomándose varios minutos antes de hablar, porque igual quería disfrutar de esa tranquilidad, de estar en aquel lugar junto a Jeonghan que después de todo seguía correspondiendo sus sentimientos.


- ¿Esta bien esto? Ahora tienes una familia, un hijo y... - Empezó a murmurar algo preocupado, recordando al pequeño que feliz corría por fuera la casona bajo la orgullosa y feliz mirada de Jeonghan.


- Esta bien, tan solo no lo debe descubrir hasta que sea al menos un adulto. Cuando mi pequeño tenga la edad para dirigir todo esto, ¿Te parece bien irnos a un lugar lejos de la gente donde nos podamos amar tranquilamente sin escondernos a cada momento? ¿Sin tener que callar cuando quiera gemir tu nombre? – Joshua se apoyó en sus antebrazos para mirar al mayor mientras hablaba, sintiendo su corazón llenarse de emoción y más al ver los ojos de Jeonghan brillar con tanto amor ante ese posible futuro juntos – Una acogedora casa pequeña justa para los dos y el pueblo al alcance de nuestros caballos para conseguir los suministros necesarios. Podemos encontrar una forma de ganar dinero además de la que mi esposa nos envié y listo – Propuso con una sonrisa que brillaba por la felicidad que le provocaba aquello.

¿Venganza fallida? (JIHAN)Where stories live. Discover now