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Con pereza Joshua se despertó y en ropas simples casi sin arreglarse fue a ayudar a preparar el desayuno para la familia Yoon, pues descubrió que le gustaba la cocina y era bueno en ello, así que ahí se encontraba tranquilo ayudando en silencio porque aún estaba con sueño, por lo que le sorprendía lo habladoras que eran el resto de sirvientas.


- Hoy vuelve mi hijo, así que ¿Quién puede reemplazarme hoy? Quiero ir a buscarlo al pueblo – Miro curioso a la mujer que aparte de estar exprimiendo frutas preparaba algo sencillo pero delicioso para recibir a su pequeño.


- ¿Mingyu vuelve hoy? – Al fin hablo y algo emocionado, pues a él le consideraba su hermano menor, quien desde siempre tuvo la idea de salir de ahí y conseguir trabajo en otro lado para mantener a su madre y también saliera. Extrañaba a ese niño, quien era de los pocos que no eran hijos bastardos del señor Yoon pues su padre trabajaba en el pueblo y era muy amable pero no ganaba mucho.


La señora le miro y sonrió feliz al saber que su hijo aún tenía amigos esperando por él – Si, me envió una carta hace un tiempo avisándome que llegaba en el tren de hoy. ¿Podrías reemplazarme, Joshy? Aunque quizás sea algo incómodo... - Dudo al final, haciendo que el menor le mirara con curiosidad.


- ¿Por? Solo no me vaya a meter en problemas, señora Kim – Respondió en broma, mirándola esperando a que dijera de que se encargaba que podría ser incomodo. Ella rió bajito negando sobre querer meterle en problemas.


- Yo soy quien se encarga de ayudar a preparar la tina y si lo necesitan les ayudo a ducharse a Minji y Jeonghan – Explico, luego frunciendo el ceño – No podría dejarte con la señorita, pues debe ser incomodo que un hombre vaya a verla desnuda, así que, ¿Podrías ayudar con el joven amo? No es problemático, pero si te incomoda puedo pedirle ayuda a otra persona – Joshua dejo de picar las verduras ante eso, ignorando como por un momento hablo con otra señora para que le ayudara respecto a la señorita Minji.


¿Qué?


¿En serio la vida le puso frente suyo una oportunidad como esa?


Ni loco la rechazaba, así que mantuvo una expresión serena para no delatar su entusiasmo – Tenemos la misma edad y los dos somos hombres, así que no hay nada de que incomodarse, por lo que puede dejar a Jeonghan a mi cargo – Le tranquilizo, recibiendo un abrazo por parte de la señora Kim además de que esta le explicara todo lo que tenía que hacer y como a que horario, ya que era la primera vez para el menor ese tipo de trabajos. Sentía que se había ganado un almuerzo con el gobernador o alguna de esas cosas raras y únicas.


En cuanto termino con la cocina, se mantuvo esperando hasta que era la hora de tener que llenar la tina, así que se encontraba en esa habitación recordando las indicaciones de la señora Kim, escuchando como la puerta se abría. Había unas cortinas que separaban un poco la tina del resto de la habitación, por lo que al otro lado solían desvestirse y prepararse para ducharse.


– Buenos días señora Kim, espero no quitarle mucho tiempo – Le escucho decir a Jeonghan, a lo que con dificultad aguanto la risa. Sonaba como un buen y educado niño, quien además tarareaba alegremente una melodía que sabía era de las que intentaba aprender a tocar con el violín - ¿Por qué tan callada, señora...? – Jeonghan apareció acomodando despreocupadamente su cabello, callándose de golpe al ver que quien esta vez le ayudaba no era quien pensaba.

¿Venganza fallida? (JIHAN)Where stories live. Discover now