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Quizás tuvo que haberse reunido con Jeonghan antes de almuerzo, aunque gracias a eso no tenía hambre, pero a cambio tenía el miedo de que se fuera a hacer de noche y ya no estuviera abierto el local en donde se encontraba el amigo de Jun.


Se emocionó como nunca por andar en tren, ya que a veces lo había visto llegar e irse de la estación del pueblo, pero nada más. El sentimiento de emoción ante una nueva vida opacaba un poco el dolor de la que dejo atrás. Tampoco es como si fuera a olvidar e ignorar esa vida, era imposible.


Por suerte cuando llego a ese otro pueblo, estaba aún atardeciendo cuando encontró esa tienda en la que algo tímido entro, temiendo que no le ayudaran, pero los Xu resultaron ser bastante amables y comprensivos. El contacto de su hermano le había llevado a Minghao, un joven extranjero muy agradable que trabajaba con su familia la cual tenía un negocio de telas y artesanías, en donde le comentaron que si bien no podrían pagarle mucho a cambio de su trabajo, si le darían un techo bajo el cual dormir, lo cual era más que suficiente para Joshua.


En aquel agradable lugar empezó a trabajar, sirviendo también en cierto modo como ayudante de ese joven quien en su tiempo libre era pintor, demostrando como era un artista que no tenia suficiente con lo que ya hacía con su familia.


Minghao era de la edad de Seokmin y Mingyu, sus hermanitos, además de que era un alma libre, bien sabio y cariñoso mientras no hicieras alguna estupidez que él te la recalcaría siendo muy directo y quizás para algunas personas llegaría a ser hiriente, pero para el mayor era adorable a su manera. Debido a esto fue fácil volverse su amigo y que este se mostrara voluntario a escucharle y darle consejos ante ciertas cosas, generalmente dándole unas frases muy profundas que a veces le costaba entender, pero terminaban aclarando varias cosas en su corazón, dejando de hundirse en su propia miseria. Era una amistad que parecía curar su alma.


Con el tiempo también se animo a ir por el pueblo tanto solo como por encargos o junto a Minghao para divertirse, haciendo varios amigos más de distintas edades que le ponían al tanto de como funcionaba la sociedad, como realmente se encontraba en una burbuja ahí en el fundo de los Yoon, notando cuan amplio realmente era el mundo y cuan ignorante era él además de pequeño, pero ante esos pensamientos a veces negativos siempre Minghao hacia comentarios que le hacían reír y darse cuenta que se estaba preocupando por estupideces.


Por su duro trabajo, buena actitud en ello y que se llevara tan bien con Minghao, los señores Xu empezaron a tratarle como otro hijo demostrándole un cariño y amor que no se había dado cuenta que necesitaba y había empezado a anhelar de forma dolorosa tras alejarse de esa forma de su madre. Sin embargo, no es como si no la viera, porque cada dos o tres meses hacía un viaje en tren que demoraba unas cuatro horas para ir a visitarla, ya que si bien se empezaron a enviar cartas en cuanto se instaló bien en la vivienda de los Xu, era mucho más revitalizante y agradable verse y abrazarse demostrando cuanto se extrañaban.


En aquellos viajes visitaba a su madre y de paso a los que consideraba sus hermanitos, pero a veces se encontraba con el nuevo señor Yoon, un Jeonghan de severa mirada que según los sirvientes se había puesto más serio luego de su partida, por lo que ahora imponía mayor respeto, pero a la vez escuchaba por sus amigos que siempre tomaba decisiones de forma racional y considerada, ignorando el cómo le despidió y echo de la casa, a lo que repetía de nuevo que aquello fue bastante amable de su parte.

¿Venganza fallida? (JIHAN)Where stories live. Discover now