Los Hermanos Rahman (#1 H.R)

CAPITULO 10

Ryan

Samira se ha despertado, dijo que hoy es día de ir al parque también pasar un rato con ella, creo que me hará bien despejarme un poco de todo lo que está pasando.

Minutos más tarde...

Llegamos al parque con mi hija, me señala las cosas y se ríe. Eso me encanta de ella porque a pesar de los problemas que tengo me hace feliz, en tan poco tiempo que ella está conmigo siento que realmente es parte de mi vida. Escucho mi teléfono sonar y observar la pantalla, suspiro y enseguida contesto

— ¿Qué pasa? — pregunto directo.

— Te necesitamos en el hotel — dice William. Ruedo los ojos y suspiro mientras echo mi cabeza hacia atrás

¿No pueden hacer nada solos? ¿No puedo tener un día tranquilo?

— Voy para allá — hablo y cuelgo antes que me diga otra cosa. Miró a Samira

— Tendremos que ir a visitar a Tío Danel — susurro irritado. Samira sonríe mientras pone su cabeza en mi pecho y chupa sus dedos.

— No hagas eso hija, es asqueroso — acoto mientras hago una mueca y limpio con su toalla toda la baba de su mano y boca. El parque es cerca de donde está William y Danel así que no tengo problema en ir caminando.

Minutos más tarde...

Llegamos al departamento, toco el timbre y enseguida me abren, me encuentro con Danel, me arrebata a mi hija para que esté con él y ella le mira curiosa, luego a mí comienza a hacer unos pucheros de querer llorar.

— Dame a la niña — exijo.

Odio escuchar llorar a Samira.

— No, es adorable — dice abrazándola y haciéndole un puchero, mi hija mira de nuevo al tío y pica su nariz comienza a reír por las quejas de él, mi hija trata de alcanzar con sus manos su cabello, pero es imposible ya que Danel es alto. Ella hace un puchero al verme de nuevo, estira sus manitas hacia mí, comienza a llorar por la frustración de no poder alcanzarme, la carga y se pone en mi pecho, cierra los ojos y chupa un dedo.

¿Vamos a entrar o no?

— Lo siento, lo olvidé — habla apenado. Me hace pasar, observó a los chicos que están sentados en el sofá y en sillas.

— ¿De qué quieren hablar? Me hicieron perder el tiempo del parque ¿No pueden reunirse ustedes o solucionar un problema sin mí? — pregunto enojado mientras me acerco más a ellos.

— Tenemos un problema — repite Liam la palabra que varias veces he escuchado.

— Ya lo sé, han repetido varias veces esa palabra hoy, ahora díganme cual es el puto problema — ordeno.

— El FBI nos está invest... — es interrumpido por una risita de mi hija, diego se queda callado al ver que mi hija quiere que le cargue.

¿Desde cuándo? No sé.

Él toma a mi hija en brazos para que no llore o arme un berrinche.

— Como decía el FIB nos está investigando tenemos que cuidadosos y pasar desapercibidos, no llamar la atención — continúa con la información. Samira comienza a llorar y enseguida la alzo, camino hasta la cocina y comienzo a preparar su leche ya que es su hora de comer.

— Joder, hermano. Te ves como todo un papá — habla en forma de burla William. Decido ignorar su comentario y continuar con mi labor, doy a mi hija su leche, me voy a sentarme de nuevo.

— Nadie nos conoce o conoce nuestra pandilla, chicos. Nadie sabrá quiénes somos porque siempre estamos bien resguardados, tienen que estar tranquilos, está pandilla estuvo por más de 20 años en el campo y ninguno de nuestros bisabuelos, abuelos, padres le capturaron. En el sistema estamos limpio — explico tranquilo

— Y nos buscan a nosotros tenemos que actuar normales. No desesperados, cada uno tiene su vida no hace falta ocultarnos — continúo.

— Tienes razón — dicen todos.

Ahora tomemos esto con calma ¿De acuerdo? Tenemos un robo que hacer — les ánimo y asiente. Observe que mi hija está dormida y sonrío.

— Bueno el Banco tiene siete guardias de seguridad por turno, tienen en cada salón diez cámaras en total, en el salón de la caja fuerte hay cuatro cámaras; uno adentro de la caja, cuatro afuera, en las puertas y en los pasillos — informa Athan.

— He investigado la vida del presidente, vicepresidente y los gerentes de cada área. Ellos tienen hijos que van al mismo colegio podemos usarlos como amenazas para no decir nada a la prensa acerca del robo — manifiesta Denis

— Ya que el banco es histórico habrá un recorrido para ese colegio — informa.

Minutos más tarde...

Seguimos en la reunión y la verdad, ya me quiero ir con mi hija a casa, escucho que Samira comienza a llorar.

Esta noche no podré dormirde nuevo.