Los Hermanos Rahman (#1 H.R)

CAPÍTULO 14

Aiza

Minutos más tarde...

El hermano de Ryan se ofreció llevarme de compras debo admitir que terminamos bien el día, el silencio en el auto de Luke es agradable, mis pensamientos se hacen presentes por tantas preguntas que tienen mi cabeza, pero no quiero pasarme.

Quiero saber cómo es él, conocer al hombre que me gusta y trabajaré para él.

Miro a Luke es igual a él en algunos aspectos de su rostro.

— ¿Porque me miras tanto? Es incomodo — habla con un tono bajo.

Que vergüenza

— Lo siento — me disculpo al instante con mucha pena y dirigí mi mirada hacia la ventana.

— Oye, tranquila. Era broma — dice riéndose.

— ¿Puedo preguntar algo? — cuestiono.

— Depende de la pregunta — dice y me quedo pensando si realmente debo hacerla.

— ¿Cómo es mi jefe? — indago con curiosidad, me mira y se rasca la nuca.

— Seré directo, tu jefe no es ningún santo, es el líder de una pandilla muy importante en la Ciudad, necesita apoyo con su hija. Estás a tiempo para arrepentirte — declara y me quedo en shock.

¿En dónde me metí, aunque he trabajado en lugares peores, este trabajo no puede ser diferente o sí?

— He trabajado en diferentes lugares por necesidad, no se imagina las cosas que tuve que hacer para que mi familia y yo estuviéramos en condiciones. Se que son de una pandilla y no hace falta que lo diga, desde que entré al restaurante lo supe no he dicho nada sobre ustedes porque amo mi trabajo y mi profesión. Sólo quería saber cómo es tu hermano en el sentido del carácter. Hemos llegado — manifiesto sería. Le dejo con palabras en la boca, abro la puerta del auto y me bajo, pero siento que él no me persigue, me doy vuelta y miro a Luke.

— ¿Vienes? — pregunto

— Creo que mejor que nos vayamos. Tengo un asunto urgente que atender — manifiesta desesperado mientras mira su teléfono.

Me arrepentiré de esto

— ¿Queres que te acompañe? — pregunto con un tono suave y el niega.

—Creo que es mejor que te lleves a tu casa —- dice y asiento.

Horas más tarde...

Como siempre estamos cenando todos en familia, pero faltan Andrew solamente, es agradable el silencio hasta que John habla.

— ¿Ya encontraste empleo? — me cuestiona y asiento

— El lunes tengo la entrevista de trabajo — informo mientras como mi rico fideo con salsa de pancho.

— ¿Para quién trabajarás? — pregunta Collins

— Con el amigo de mi jefe del restaurante — explico y mis hermanos se miran entre ellos con sus caras serias.

Los celos de ellos me tienen harta.

— ¿Qué pasa ahora? — pregunto un poco molesta. Mis hermanos no dicen ninguna palabra lo cual me molesta, sé qué dirán algo que no me gustará así que me voy.

— Me iré a comer en mi habitación — digo entre dientes mientras me paro y agarro mi comida para dirigirme hasta la habitación, pero antes mis hermanos me hablan

— Es que todo es extraño, Aiza. Eso es todo — habla Jackson y ruedo los ojos.

— ¿Extraño? ¿Por qué por buscar un empleo y conseguir al instante uno? En vez de agradecer que tengo dos trabajos que nos sustenta me echan en cara todo — hablo enojada.

— ¿Saben qué? Comiencen a buscar trabajo todos porque ya no les ayudaré. En fin, de mes, me iré de aquí — hablo sería.

— Pero... — interrumpo su oración.

— Creo que he estado ayudando mucho en esta casa, vengo de trabajar y veo todos los platos sucios, vengo de trabajar y cada fin de mes doy mi plata a cada uno. Trato de ahorrar lo posible para las deudas que nos ha dejado mi padre, pero me harté porque siempre me cuestionan por todas mis decisiones. Me cansé — manifiesto con un tono seco y frio, les dejo sin decir ninguna palabra, me encierro con llave hasta terminar mi comida.

Salgo de la habitación y miro a todos mis hermanos frente a la puerta, ruedo los ojos porque siempre es lo mismo con ellos, los ignoro completamente y me dirijo para lavar mi plato.

— Aiza — dice mi hermano menor y niego para que no diga ninguna palabra, me hace caso y no se mete porque no tiene nada que ver con lo sucedido.

Escucho pasos de mis hermanos que están detrás de mí y bufo.

— Nos queremos disculpar, no queremos que te vayas Aiza —dice apenado Henry siempre él tiene que hablar por todos y no es justo. Ignoro a todos, me voy a la habitación, me saco mi ropa para darme una ducha y dormir después de poner mi pijama.

Mi mente sólo piensa en él. Conocerlo es una gran oportunidad en este empleo.