CAPÍTULO 21

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Aiza

Dos semanas después

Decidí alejarme de todo, ir junto a mis abuelos es lo mejor que decidí hasta ahora, no he conseguido lugar para vivir, no he regresado con mis hermanos y creo que es mejor que tenga mi espacio. Ellos me han llamado constantemente, pero no he contestado los mensajes ni las llamadas.

Samira y Ryan han cambiado mi vida desde que entre a esa casa. Mis pensamientos son interrumpidos al escuchar los pasos de mi abuela que baja por la escalera, me encamino hacia ella.

— Buenos días abuela — saludo con una sonrisa en el rostro.

— He preparado el desayuno — aviso y ella asiente sin decir ninguna palabra, le ayudo ir hasta la mesa del comedor donde hay tres platos servidos con huevos y un rico jugo de naranja.

— Aiza, quiero saber la razón por la que viniste aquí, tus hermanos me han llamado porque no contestas sus mensajes igual que las llamadas ¿Qué ha pasado con ellos? — suelta directamente mi abuela con seriedad.

Algún día tenia que decirle lo que pasó ¿No?

— Mis hermanos y yo hemos discutido porque no quieren que haga mi vida, no quieren que conozcan a un hombre para hacer mi vida. Decidí alejarme o huir de los problemas por un tiempo —explico.

— Me recuerda a tu madre, mi niña. Ella era igual a ti, tenía un gran corazón — dice con melancolía, se queda pensativa y me observa con una sonrisa.

— Aiza tiene que enfrentar los problemas y tus hermanos pueden irse a la mierda, si quieres a ese hombre date una oportunidad para amar a una persona — me aconseja.

— Gracias por el consejo, abuela. Déjame lavar los platos — hablo y asiente con una sonrisa débil.

— Voy a descansar un rato más. Es muy temprano cuando termines de lavar, anda a descansar, querida — dice.

— Está bien — es lo único que digo antes de verle subirse en las escaleras

En la tarde con mis abuelos nos sentamos a observar el campo, observo que están agarrados de la mano, se ven felices.

Quiero recuperar a Ryan y Samira. Estoy consciente de que el no será para mí, pero no me importa quiero arriesgarme junto a él.

Saber que tengo una familia y amigos esperándome en casa, me motiva a seguir adelante por mis propias decisiones porque hasta ahora sé que estoy haciéndolo bien.

Una semana después

Hace una semana que estoy en un hotel de la ciudad, expliqué a mi jefe lo sucedido y entendió lo sucedido también me ofreció un departamento cerca de acá, al principio me negué pero accedí aceptando por suerte estaba todo amoblado porque no tenía nada solo lo ropa .

No he hablado con Ryan hasta ahora y creo que es lo mejor por ahora solo quiero aclarar mi mente, estar tranquila.

— Aiza — me llama mi jefe. Levanto la mirada para atenderle.

— ¿Ha hablado con Ryan? — pregunta interesada.

— Desde que llegué no lo he hecho — afirmo y me mira fijamente como analizándome.

— ¿Estás confundida por algo? – pregunta.

¿Cómo lo supo?

— Me gusta Ryan — confieso avergonzada por el comentario que le hago a mi jefe.

— Él no es cualquier chico Aiza, él no es como tú. Es jefe de una pandilla, tiene una hija chica. Es un Rahman y ellos siempre protegen a los suyos ahora el problema es que las debilidades y el amor nos hacen dudar de que realmente queremos — asegura. Escuchamos que llaman a la puerta y abren.

— ¿Aiza? — reconozco la voz, me doy vuelta para confirmar que ante mi está la persona que me he enamorado.

Ryan Rahman está frente a mí. Me quedo sin decir ninguna palabra.

— ¿No me dirás nada? ¿No tienes ninguna explicación? — pregunta con una voz seria que nunca había escuchado. Bajo mi mirada como signo de que no diré o hacer nada. El asiente, se la vuelta, pero antes me mira.

— No hace falta que cuides a Samira — me avisa y sale de la oficina.

Acabo de perder a mi hombre por un error que cometió.

Ryan

Ella estaba de vuelta y no me hablo en toda la semana. No lo puedo creer. Llevaba dos semanas sin verle, sin besarle. Estoy enojado conmigo mismo por no acercarme a ella, besarle y llevarle en mi departamento para que no se vaya de mi lado.

Aiza Volvok me vuelveloco. Es mía y siempre lo será. La observo salir del restaurante, sinpensarlo dos veces la persigo para saber su dirección nueva cuando llega, buscasus llaves para abrir la puerta, me acerco a ella, agarro su mano, le doy lavuelta y me mira fijamente, besos sus labios, me corresponde pone sus manosalrededor de mi cuello nos separamos por la falta de aire. Nos miramos los dos por un tiempo hasta que ella, se da la vuelta y abre para entrar al departamento.

— ¿Quieres pasar? — pregunta y asiento

Ella es mía. Aiza Volvok es mía y nadie me la quitará. 

Los Hermanos Rahman (#1 H.R)Where stories live. Discover now