Capítulo 29

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-¡¿Lucía?!

Al escucharme se separaron rápidamente. Se miraban y me miraban, pero ninguno habló. Mis ojos empezaron a humedecerse. Quería que todo eso fuera mentira, un mal sueño o mi imaginación jugándome una mala pasada, pero era totalmente real, más de lo que me hubiera gustado.

Mi amiga, la que me había apoyado tanto, la que me había visto llorar, la que hablaba mal de Alex, ¿ahora lo estaba besando?

Salí del cuarto sin escuchar ninguna explicación, ya que ninguno de los dos dijo nada.

-Wendy- me llamó Alex y salió del cuarto para detenerme agarrándome del brazo.

-Suéltame- le ordené fríamente.

Bajé la escalera agarrándome con fuerza al pasamanos, las lágrimas me impedían ver con claridad.

-Wendy, puedo explicarlo- me dijo Alex-. Ella vino a hablarme de que estabas con Simón y...

-¿Qué?- lo interrumpí y me di media vuelta, Lucía estaba con la cabeza baja, parecía no querer mirarme a los ojos-. ¿Viniste a contarle que estaba con Simón?- le pregunté a ella.

-Sí, yo estaba molesta por lo que me confesaste y no lo pensé bien- se excusó ella.

-Claro, y decidiste venir hasta acá para contarle al chico que me gusta que yo estaba con otro y luego besarlo, dale Lucía, no soy estúpida.

-Esa es la verdad, Wen.

-Primero, no me digas "Wen"- le ordené y a ella se le llenaron los ojos de lágrimas-. Estabas tratando de llenarme la cabeza con mierdas de Alex y además usando a tu propio amigo para que yo lo olvidara y pudieras tenerlo vos, ¿es eso?

-No, Wendy, no es así- me aseguró ella.

-¡Deja de mentirme!- grité.

-No te estoy mintiendo.

-Me estés mintiendo o no, lo que hiciste demuestra la persona horrible que eres- le dije acercándome a ella-. En vez de gritarme por lo que te había hecho preferiste ir directo a lo que más me duele, y eso es de mala amiga, porque lo primero en lo que pensaste fue en hacerme daño en vez de arreglar las cosas, no quiero relacionarme con gente como tú. 

-¿Qué?- preguntó ella e intentó acercarse a mí, yo me alejé.

-Sos una hipócrita- la acusé-. Me apoyaste para nada, fingiste que odiabas a Alex y me llenaste la cabeza, como "amiga" ya me lastimaste lo suficiente, ahora quiero que te vayas.

-No, no me voy a ir hasta que arreglemos esto- aseguró ella.

-Jugaron con mis sentimientos como si yo no valiera nada- dije-. Ya no tienen nada que arreglar- miré a Alex a los ojos-, ninguno de los dos.

-Wendy, no...- habló Alex.

-No voy a sanar si me sigo quedando con las personas que me lastiman.- Dije-. Ya vete, Lucía.

Abrí la puerta, pero Lucía no se movió.

-Tú eres la única amiga que tengo, Wendy, te prometo que esto no va a volver a pasar.

-Si lo hiciste una vez, ¿cómo puedo estar segura de que no vas a hacerlo de nuevo?- pregunté-. Ya vete.

Lucía salió de la casa llorando y apenas cerré la puerta me rompí. Comencé a llorar y me deslicé por la puerta hasta chocar con el piso, acababa de perder a la única amiga que tenía y de verdad se
sentía feo.

Alex bajó la escalera y se sentó en el último escalón para mantener la distancia conmigo.

-Perdón- susurró.

Tú me completasOnde histórias criam vida. Descubra agora