Un regreso

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Después del incidente entre Shun y Aome, el joven caballero se dirigió hacia la aldea tal y como se le había indicado pero no entro como tal en ella, sólo se quedó cerca de algunos árboles que estaban justo en el límite, todo parecía tan extraño que simplemente el sentimiento que experimentaba al saber que el Japón que conocía se vio así antes le desconcertaba bastante.

Quinientos años era un tiempo bastante largo, incluso para él que tenía cierto conocimiento sobre algunos que lograron sobrellevar al menos unos dos siglos como lo había hecho antes el maestro de su hermano Shiryu, aunque si en realidad lo pensaba, un caballero podía vivir muy poco o bastante, Saori les dio la oportunidad de vivir terrenalmente como simples humanos y por ello habían dejado sus armaduras en Grecia al cuidado de sus demás compañeros, sabía que estarían bien pero también se preguntaba si es que de alguna manera se darían cuenta de su ausencia.

- ¡Oye! ¡Tu!

Escuchó un grito que parecía dirigirse a él, volteó para ver de quien se trataba, y grande fue su sorpresa al ver a aquel chico de cabello platinado y orejas no humanas que corría rápidamente hacía su dirección, no tardó mucho en llegar en realidad, antes de notarlo, ya estaba a su lado mirándolo de manera fulminante.

Shun- ¿pasa algo?

Poco tiempo llevaba de conocerlo pero se podía decir que no era idiota a pesar de haber sido llamado el alma más pura de la tierra, podía saber a la perfeccion cuando no parecían querer tenerlo cerca, y aquel individuo no se esforzaba en ocultarlo, tenía el ceño fruncido y una mueca en la cara de fastidio puro.

Inuyasha- ¿dónde está Aome? Se fue contigo ¿verdad?

Así que era eso, no es que le gustara meterse en cosas como esas o que tuviera mucho interés en ello pero algo le decía que aquel chico se preocupó por Aome, y no es como si fuera muy bueno ocultandolo de todas maneras.

Shun- ella no está conmigo, se quedó cerca del lago.

Y aún después de su respuesta no se fue como pensó, Inuyasha parecía observarlo muy detenidamente, tanto que lo incomodó bastante, ¿es que acaso ese chico no tenía vergüenza alguna? Incluso sintió que si seguía así, le diría hasta como moriría, y eso era algo que prefería no saber, primero, para no morir de terror antes y segundo para no vivir con traumas.

Shun- ¿pasa algo?

Lo ignoro por completo y después de un par de minutos su semblante cambio casi en su totalidad mostrándose no molesto ni intrigado como antes, sino triunfal y arrogante, muy arrogante, algo que sin duda extraño a Shun.

Inuyasha- ja, ¿se supone que eres su amigo? De todas maneras no pareces gran cosa, te ves bastante débil e indefenso, ¿Qué se supone que sabes hacer?

¿Lo había juzgado como débil e indefenso? Bueno, en realidad eso no era del todo mentira, podría considerarse el más débil de su grupo pero no podía considerarse indefenso, era capaz de defenderse si la situación así lo requería, aunque eso era algo que aquel joven con orejas perrunas no podía saber.

Shun- ¿disculpa? ¿a qué te refieres?

Su rostro volvió a tomar un deje de molestia haciendo darse cuenta al caballero que él era alguien de carácter cambiante y algo, bastante explosivo.

Inuyasha- no te hagas el desentendido, Aome tiene los poderes de una sacerdotisa muy poderosa con poderes espirituales que son capaces de exterminar a cualquier bestia...

Su cabeza en lugar de asimilar algo de lo que decía, más bien lo confundía, ¿se suponía que esa información debería significar algo para él? Además, no entendía bien, ¿poderes espirituales? ¿tenía algo que ver con el cosmo que él podía manejar? Aunque todas sus dudas quedaban en su cabeza porque no detuvo el habla del otro.

un viaje al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora